Detectar ADN tumoral circulante tras cirugía en cáncer de colon identifica un alto riesgo de recaídas, según estudio
La detección de ADN tumoral circulante (ctDNA, por sus siglas en inglés) tras la cirugía de pacientes con cáncer colorrectal localizado evidencia enfermedad mínima residual e identifica a pacientes con alto riesgo de recaída independientemente del estadio, subtipo molecular y pérdida de expresión CDX2, según ha concluido un estudio prospectivo realizado en el Hospital Clínico Universitario de Valencia entre octubre de 2015 y octubre de 2017.
Esta investigación, presentada en la Sesión Plenaria del Congreso de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM2019), que se está celebrando en Pamplona, reclutó a 150 pacientes diagnosticados de cáncer de colon localizado que habían sido sometidos a cirugía con intención curativa. El trabajo ha integrado datos genómicos, transcriptómicos y el análisis de citoquinas involucradas en la progresión y desarrollo de metástasis que permitan seleccionar mejor aquellos pacientes con alto riesgo de recaída.
El estudio concluye que monitorizar dos variantes en plasma aumenta la sensibilidad de detectar enfermedad mínima residual (EMR), que la detección de ctDNA tras la cirugía detecta EMR e identifica pacientes con alto riesgo de recaída con una mediana de 11,5 meses sobre la recaída radiológica, y que ctDNA positivo tras el tratamiento quimioterápico adyuvante podría indicar resistencia a la terapia estándar.
Además, niveles elevados de IL6 en plasma al diagnóstico y el subtipo CMS1 se asocian con una peor supervivencia libre de enfermedad (SLE); sin embargo, solo la detección de ctDNA inmediatamente tras la cirugía o durante el seguimiento y la pérdida de expresión CDX2 son los únicos factores pronósticos independientes asociados con una peor SLE.