Investigadores descubren el reservorio de las células dormidas del virus del VIH
Científicos de la Facultad de medicina de la Universidad de Carolina del Norte, la Universidad de Ciudad del Cabo y el equipo de investigación CAPRISA en Sudáfrica han descubierto, en un estudio publicado en la revista Science Translational Medicine , el reservorio de las células dormidas del virus del VIH.
La terapia antirretroviral (ART) puede suprimir el VIH hasta el punto de que el virus sea casi indetectable, pero no puede erradicar completamente el virus, ya que persiste en depósitos situados dentro de las células inmunes, un fenómeno llamado «latencia». Este reservorio latente se forma incluso cuando una persona comienza la terapia muy pronto después de la infección.
Ante esto, los científicos han descubierto evidencia de que el uso inicial de ART altera el ambiente del huésped para permitir la formación o estabilización de la mayor parte del reservorio de VIH que luego está presente durante muchos años en la sangre.
La implicación que puede tener el trabajo es que el tratamiento en sí mismo contribuye indirectamente a la formación de la mayor parte del reservorio de VIH latente o, alternativamente, que la población del reservorio viral es inestable antes del tratamiento pero se estabiliza cuando comienza el tratamiento.
«Esto es una gran sorpresa. Nuestro trabajo sugiere que si pudiéramos entender mejor el proceso de formación del reservorio, podríamos intervenir al comienzo del tratamiento para reducir la mayoría del reservorio que se forma en este momento», han dicho los investigadores.
Para llevar a cabo el trabajo, los científicos analizaron muestras de sangre que habían sido tomadas de nueve mujeres sudafricanas en la cohorte CAPRISA 002 durante un período de varios años antes de comenzar el tratamiento. Dado que el virus evoluciona rápidamente, los expertos pudieron usar las diferencias en la secuencia viral en el tiempo. Además, examinaron muestras de sangre después del inicio del tratamiento, con el fin de analizar las secuencias de las cepas de reservorio de VIH latentes que crecieron de sus células TCD4 en el laboratorio.
La comparación mostró que en el 71 por ciento los reservorios de VIH consistían en cepas virales que estaban estrechamente relacionadas con las cepas que circulaban justo antes de comenzar el tratamiento. «Esta es una proporción mucho más alta de lo que vería si el reservorio se formara continuamente antes del tratamiento y siempre fuera de larga duración», han dicho los expertos.