El 3% del alumnado de Cantabria tiene necesidades educativas especiales
El tres por ciento del alumnado de Cantabria no universitario tiene necesidades educativas especiales, según datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional correspondientes al curso 2017-2018, recientemente publicados, consultados por Europa Press.
Este porcentaje está por encima del conjunto del país (2,8%), y alcanza el 1,8% en el caso de las mujeres, la misma proporción que en España, y el 4,1% en hombres, por encima de la media (3,7%).
La mayoría de alumnos con necesidades educativas especiales de Cantabria están matriculados en centros privados, el 3,4% (3,6% concertados y 0,3% no concertados) frente al 2,8% que lo está en centros públicos.
Cantabria contaba el citado curso con 2.252 alumnos con necesidades especiales integrados, esto es, necesidades educativas especiales asociadas a discapacidad o trastornos graves matriculado en centros ordinarios y compartiendo aula con otro alumnado.
De ellos, el mayor número (1.038) corresponden a trastornos graves de la conducta o la personalidad. Les sigue por volumen los alumnos con discapacidad intelectual (379), con trastornos generalizados del desarrollo (222), con plurideficiencia (209) y motora (206). Además, había 159 alumnos con discapacidad auditiva y 39 visual.
Por lo que se refiere al alumnado matriculado en Educación Especial, 441 estudiantes en el curso 2017-2018, la mayoría, 253, lo estaban en centros privados frente a 188 en centros públicos.
Mientras, en el citado curso había 138 alumnos en Cantabria con altas capacidades, 104 hombres y 34 mujeres. En este caso, la mayoría están matriculados en centros públicos (101) frente a 37 privados.
También había 67 alumnos con integración tardía en el sistema educativo español (36 varones y 31 mujeres), 29 de ellos en Educación Primaria y 38 en Educación Secundaria Obligatoria.
En cuanto a otro alumnado con necesidad específica de apoyo educativo, en Cantabria había 192 alumnos con retraso madurativo (142 hombres y 50 mujeres); 1.542 con trastornos del desarrollo del lenguaje y la comunicación (1.108 hombres y 434 mujeres); 3.112 con trastornos del aprendizaje (1.812 varones y 1.300 mujeres); 139 alumnos con desconocimiento grave de la lengua de instrucción (79 hombres y 60 mujeres); y 801 en situación de desventaja socio-educativa (475 hombres y 326 mujeres).