El embajador de Venezuela carga contra EEUU y resalta que «lo correcto» es apoyar el diálogo

Tilda a Guaidó de «títere» y critica a los que «vienen promoviendo sin éxito una guerra civil»

El embajador de Venezuela en España, Mario Isea, ha cargado este viernes contra la «guerra total» de Estados Unidos contra el país y ha resaltado que «lo correcto» es apoyar las iniciativas de diálogo en marcha para solucionar la crisis política.

En un acto con motivo del Día de la Independencia de Venezuela en el Parque del Oeste, Isea ha manifestado que «si realmente se quiere ayudar» a la población venezolana «lo correcto es no sabotear el diálogo, como ocurrió en Santo Domingo», en referencia a las conversaciones mantenidas en República Dominicana, que se cerraron sin acuerdo en febrero de 2018.

«Lo correcto es respaldar sinceramente, sin doble discurso, las iniciativas de diálogo en marcha y acompañarnos en la exigencia de que cuanto antes se levanten las medidas coercitivas y el bloqueo», ha indicado junto a la estatua ecuestre de Simón Bolívar.

En esta línea, el embajador venezolano ha manifestado que «lo procedente es no apoyar a quienes vienen promoviendo sin éxito (…) guerra civil, como vimos durante todo 2016 y buena parte de 2017».

Asimismo, ha criticado la «intervención extranjera disfrazada de ayuda humanitaria» y ha denunciado el golpe de Estado fallido del 30 de abril en la capital, Caracas.

Isea ha tenido además palabras para el autoproclamado «presidente encargado», Juan Guaidó, al que ha descrito como «un instrumento o títere» que da una «lamentable complicidad» a las acciones estadounidenses contra el Gobierno de Maduro.

De esta forma, ha denunciado que se desconociera «interesadamente» el resultado de las elecciones presidenciales de 2018 «para amenazar de manera permanente con una intervención militar extranjera y aplicar esas medidas para intervenir el acceso de alimentos y medicinas» al país.

«Se nos bloquea y secuestran recursos y se nos exige cínicamente que garanticemos el suministro de alimentos y medicamentos», ha dicho. «Se confiscan los recursos, se impiden las transacciones de nuestra industria petrolera y luego se dice al mundo que nos quieren dar ayuda humanitaria. Qué cinismo», ha agregado.

Así, ha lamentado que más de dos siglos después de la firma del Acta de Independencia, Venezuela se «vea obligada a seguir luchando para seguir preservando ese valor fundamental irrenunciable: la soberanía».

El embajador venezolano ha denunciado que «la fuerza imperial colonial más poderosa del mundo», en referencia a Estados Unidos, busca hacerse con los recursos naturales del país y «liquidar las formas de integración solidaria y alternativa a la mera unión comercial que Venezuela ha venido impulsando».

Estados Unidos «dirige una guerra total en nuestra contra cuya expresión más cruel es un conjunto de medidas coercitivas unilaterales, extraterritoriales, ilegales, que constituyen un bloqueo económico y financiero y el saqueo y apropiación indebida de los recursos que pertenecen a nuestro pueblo», ha señalado.

En este sentido, Isea ha resaltado que el Gobierno de Estados Unidos «amenaza a todo el planeta», «dinamita el multilateralismo de manera abierta y descarada» y «abusa de su poderío militar, financiero y mediático».

Por último, ha agradecido la «solidaridad» de los «países hermanos» que mantienen «importantes niveles de cooperación» con el Ejecutivo venezolano, así como a la «inmensa mayoría» de los estados acreditados en Naciones Unidas por «no avalar la usurpación» de los derechos d ela población de Venezuela».

CRISIS VENEZOLANA

La crisis política en Venezuela se agravó el 10 de enero, cuando Maduro decidió iniciar un segundo mandato de seis años que no reconocen ni la oposición ni buena parte de la comunidad internacional porque consideran que las elecciones presidenciales del 20 de mayo fueron un fraude.

En respuesta, Guaidó se autoproclamó mandatario interino el 23 de enero con el objetivo de cesar la «usurpación», crear un gobierno de transición y celebrar «elecciones libres». Ha sido reconocido por Estados Unidos, numerosos países latinoamericanos, así como varios europeos, entre ellos España.

Entretanto, más de cuatro millones de venezolanos han abandonado el país en los últimos años a causa de la crisis humanitaria que sufre la nación caribeña. La ONU advierte de que, si la tendencia continúa, a final de 2019 podrían sumar más de cinco millones.

En las últimas semanas se han producido contactos entre el Gobierno y la oposición en Noruega, si bien Guaidó anunció el lunes la suspensión de los mismos por la muerte del capitán de corbeta Rafael Acosta.

El militar, detenido el pasado 21 de junio por su presunta implicación en la fallida sublevación del 30 de abril contra Maduro, falleció bajo custodia de las fuerzas de seguridad.

La oposición sostiene que murió fruto de las torturas sufridas durante su cautiverio y ha exigido una investigación internacional. Maduro, por su parte, ha ordenado investigar los hechos, por los cuales ya han sido detenidos dos agentes acusados de homicidio.

El presidente venezolano ratificó el jueves «el compromiso del Gobierno revolucionario y bolivariano (…) con el diálogo en Noruega». «Creo en la construcción de una mesa de diálogo permanente para la búsqueda de soluciones y acuerdos», afirmó en Twitter.