Las crisis alimentarias, un problema que afecta a 113 millones de personas
Los países inmersos en conflicto, en particular los de África, los que más población tienen necesitada de ayuda alimentaria
Más de 113 millones de personas en todo el mundo se enfrentaron en 2018 a una situación en la que no disponían ni de los alimentos ni de los medios suficientes para garantizar su sustento, por lo que necesitaron de asistencia urgente, tanto alimentaria como en términos de nutrición y medios de vida, según un informe publicado por varias agencias de la ONU y organismos internacionales.
La cifra, según el Informe Global sobre Crisis Alimentarias 2019 elaborado entre otros por el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), es ligeramente inferior a la registrada en 2017, cuando hubo 124 millones de personas que se enfrentaron a periodos de hambre aguda.
Esta disminución, según el informe, se debe en gran medida a los cambios en el impacto medioambiental que experimentan algunos países, ya que en 2018 no se produjeron sequías, inundaciones y lluvias de la gravedad de los registrados en 2015-2016 por el fenómeno meteorológico de El Niño .
De los 53 países donde la población necesitó asistencia, los peores fueron, por orden de gravedad en la situación, Yemen, República Democrática del Congo (RDC), Afganistán, Etiopía, Siria, Sudán, Sudán del Sur y el norte de Nigeria. En total, estos ocho países representaron dos terceras partes de las personas en grave situación de crisis alimentaria, casi 72 millones.
Conflictos e inseguridad siguen siendo el factor fundamental que pone a millones de personas al borde de la hambruna. En 2018, 74 millones de los necesitados de asistencia alimentaria urgente se encontraban en 21 países afectados por el conflicto o la inseguridad. De ellos, 33 millones se encontraban en diez países de África, mientras que 27 millones procedían de siete países de oriente Próximo y Asia Occidental, y 13 millones en tres países del sur y el sureste de Asia. Los 1,1 millones restantes estaban en el este de Europa.
Por otra parte, los desastres naturales y climáticos dejaron a otros 29 millones de personas en situación de grave inseguridad alimentaria, principalmente en África, donde casi 23 millones de personas en 20 países sufrieron los estragos de estos fenómemos y se vieron necesitadas de ayuda.
Por último, la inseguridad alimentaria que experimentaron otros 10,2 millones de personas, principalmente en Burundi, Sudán y Zimbabue, vino motivada por la situación económica.
PREVISIONES PARA ESTE AÑO
En lo que se refiere a las previsiones para 2019, el informe pronostica que Yemen, RDC, Afganistán, Etiopía, Siria, Sudán, Sudán del Sur y el norte de Nigeria serán las principales crisis alimentarias, mientras que por otra parte se espera que El Niño tenga un impacto en la producción agrícola y los precios de los alimentos en América Latina y el Caribe, en especial en el Corredor Seco, así como en algunas zonas del sur de África.
Los hallazgos del informe, según sus autores, «claramente demuestran la necesidad de acción simultánea a través del nexo entre lo humanitario y el desarrollo para lograr un mundo libre de hambre en el siglo XXI».
En este sentido, apuestan por acabar con los conflictos pero también por empoderar a las mujeres, alimentar y educar a los niños y mejorar las infraestructuras rurales. «Invertir en la prevención de conflictos y mantener la paz salvará vidas y medios de vida, reducirá vulnerabilidades estructurales y abordará las causas en la raíz del hambre», subrayan.