Bruselas destinará 100 millones para el futuro eurodrone en el que participa España
BRUSELAS, 19
La Comisión Europea ha anunciado este martes que se destinarán 100 millones de euros del presupuesto europeo para contribuir al desarrollo del futuro eurodrone, en el que participa España.
Alemania, Francia e Italia lanzaron el proyecto de eurodrone, el Male RPAS, al que se sumaron después primero España y después República Checa. Se espera que el contrato se firme este año y el aparato entre en servicio en 2025.
La comisaria de Industria, Elzabieta Bienkowska, ha precisado que los 100 millones de euros representan una contribución «muy pequeña» del coste del proyecto del eurodrone, que se cofinanciará con los Gobiernos europeos que participan en el mismo.
Los 100 millones salen del paquete de 500 millones de euros del presupuesto europeos acordado para apoyar proyectos de desarrollo de equipos y tecnologías en defensa para 2019 y 2020 y otros 25 millones se destinarán este año para proyectos de investigación en defensa, de acuerdo con el plan de trabajo aprobado por la Comisión Europea tras el visto bueno de los Veintiocho.
Bienkowska ha precisado que los 100 millones constituyen una concesión «directa» para el proyecto del eurodrone por falta de competencia, mientras que otros 37 millones se destinarán también de forma directa para apoyar las comunicaciones militares seguras e interoperables.
«Planeamos conceder una ayuda directa solo cuando no hay competencia», ha precisado en rueda de prensa la comisaria de Industria para presentar el programa de trabajo en defensa para los próximos dos años junto con el vicepresidente de la Comisión encargado de Empleo y Crecimiento, Jyrki Katainen.
CONVOCATORIAS PARA PROYECTOS EN DEFENSA
En los próximos días, el Ejecutivo comunitario publicará nueve convocatorias para proyectos de desarrollo de capacidades –los primeros desde que se acordó el Fondo de Defensa Europeo– que cubrirán todas las áreas prioritarias como las tecnologías de drones, las comunicaciones por satélite, sistemas de alerta temprana, ciberdefensa, la inteligencia artificial o las capacidades de vigilancia marítima y todos los dominios, es decir, aire, tierra, mar, el ciberespacio y el espacio.
E n concreto, 182 millones de euros se destinarán para mejorar las capacidades de ciberdefensa, de vigilancia marítima y sistemas de alerta temprana, además del conocimiento de situación en el espacio cibernético y espacial a fin de mejorar la inteligencia, las comunicaciones seguras y en el ciberterreno.
Otros 80 millones se reservarán para proyectos para mejorar las capacidades de detección de amenazas químicas, biológicas, radiológicas o nucleares (CBRN) y sistemas antidrones, en apoyo a las operaciones, la protección de fuerzas o la movilidad militar de las fuerzas y otros 71 millones contribuirán al desarrollo de la próxima generación de sistemas de ataque de precisión terrestres, equipos de combate terrestre y aéreo y futuros sistemas navales.
El Ejecutivo comunitario también lanzará otra convocatoria para cofinanciar soluciones de Inteligencia Artificial, realidad virtual y cibertecnologías y apoyar a las pequeñas y medianas empresas del sector.
«Los Estados miembro tendrán que comprometerse en adquirir conjuntamente el proyecto. Esto forma parte de nuestros criterios de concesión», ha recordado la comisaria, que ha dejado claro que las armas «prohibidas» por el Derecho Internacional quedan excluidas de los proyectos, mientras que Katainen ha recordado que «la Comisión no adquiere las capacidades», algo que «es prerrogativa de los Estados miembro».
¿SE CONSOLIDARÁ EL MERCADO?
Bienkowska ha rechazado aventurar si el Fondo de Defensa Europeo ayudará a la consolidación del sector en Europa porque «es el mercado el que decidirá» y aunque ha respaldado la mayor cooperación industrial en defensa entre Alemania y Francia en los últimos meses ha afeado que ocurra «ahora» y no antes, al tiempo que ha afeado que los Gobiernos no hayan respaldado propuestas más ambiciosas en este terreno presentadas por la Comisión. «Muchas propuestas han sido matadas o han desaparecido del proceso de discusión por los Estados miembro», ha afeado.
«Si no logramos una situación en la que todos los Estados miembro sienten que se benefician del programa, fracasaremos, desde luego», ha concedido, recordando que la mayoría de países de la UE no cuentan con «gigantes» en defensa sino pequeñas y medianas empresas del sector, que también deben participar, algo en lo que también ha incidido Katainen, poniendo de relieve su importancia en toda la cadena de valor.
La comisaria de Industria no ha descartado que el proyecto del futuro caza europeo en el que cooperarán España, Francia y Alemania, «podría ser elegible» a optar a financiación europea, aunque ha recordado que el proyecto primero «debe prepararse y luego ser aceptado, acordado por los Estados miembro». «La escala del proyecto es mucho más del dinero que tenemos», ha avisado no obstante.
Otros 25 millones se dedicarán en 2019 a proyectos de investigación sobre el dominio en el espacio electromagnético y las tecnologías de defensa disruptivas del futuro, dos áreas identificadas como clave para que Europa mantengan su liderazgo tecnológico e independencia a largo plazo.
La Comisión Europea ha propuesto dotar con 13.000 millones de euros el próximo Fondo de Defensa Europeo para incentivar proyectos de investigación y de desarrollo de capacidades de defensa conjuntos entre 2021 y 2027, un presupuesto mucho mayor a los 590 millones acordados para 2019 y 2020, algo que obligará a la institución a dotarse de más expertos en el sector, según la comisaria, que ha dejado claro sin embargo que competerá al próximo Ejecutivo comunitario decidir si crea o no una Dirección General de Defensa específica.
EL BREXIT
Las empresas de terceros países podrán participar en los proyectos si cumplen determinadas condiciones. «No queremos restringir de forma innecesaria la participación de terceros países», ha justificado Katainen, que ha recordado que la UE y Reino Unido quieren mantener una cooperación estrecha en el futuro en el área de seguridad y defensa tras el Brexit.
Como norma general sólo podrán optar a financiación entidades establecidas en la UE o en países asociados y no controladas por terceros países, o sus entidades jurídicas, pero de forma «excepcional» podrían optar filiales establecidas en la UE de empresas de terceros países, siempre que se cumplan condiciones estrictas para garantizar que no ponen en riesgo los intereses de seguridad de la UE y los Estados miembro. En concreto, la seguridad de suministro, que los terceros países no pueden acceder a información clasificada y sensible y que la propiedad intelectual se queda en la UE.
Las empresas establecidas fuera de la UE no podrán optar a financiación del Fondo, aunque sí podrán participar en los proyectos. El fondo contribuirá a financiar proyectos en los que participen al menos tres empresas de al menos tres Estados miembro diferentes o países asociados como norma general y prestará apoyo a lo largo de todo el ciclo de desarrollo industrial, es decir, desde la investigación hasta la fase de desarrollo de prototipos industriales y la certificación.