Sociedad Civil Catalana pide en el Congreso a los no independentistas que mantengan vías de diálogo en temas de Estado
Reclama medidas para reconectar Cataluña con España y una «estrategia de largo alcance» que vaya más allá de lo político y lo jurídico
El presidente de Sociedad Civil Catalana (SCC), Joan Rosiñol, ha aprovechado este miércoles su comparecencia ante la Comisión de Calidad Democrática del Congreso para reclamar a los partidos no independentistas que mantengan abiertas vías de diálogo sobre temas de Estado, así como que se legisle para reconectar a Cataluña con el resto de España.
En concreto, ha pedido a los diputados que «legislen, gobiernen y tomen iniciativas democráticas para facilitar la reconexión de la mayoría de catalanes con un proyecto común», España. Eso, ha admitido, requiere una «estrategia colectiva a medio y largo plazo para que los puentes culturales y emocionales venzan a los muros y el distanciamiento».
Rosiñol ha especificado que las estrategias partidistas son legítimas, pero ha reclamado «una cierta unidad de fondo» entre todas las formaciones partidarias de «mantener un proyecto de convivencia legítima». En este contexto, ha hecho un ruego muy preciso: «Mantengan una comunicación aunque sea fina y delicada en cuestiones de Estado», ha pedido, incidiendo en que «lo merecen quienes se ha dejado la piel estos años en Cataluña».
Para poner en marcha esa estrategia de reconexión, ha avisado, hay que «comunicar mucho y bien» y no es suficiente «la técnica política o jurídica». Por eso ha abogado por activar una «estrategia cultural de largo alcance que reavive esta doble pertenencia que los catalanes siempre han vivido con naturalidad».
YA ESTÁ BIEN DEL ENGAÑO
Otra de las recetas de SCC para «recoser» Cataluña es exigir a los líderes independentistas que digan lo mismo en público y en privado. «A nosotros nos dicen unas cosas en privado y otras en público y eso no es tolerable, ya está bien del engaño», ha aseverado.
Rosiñol también ha demandado a los diputados que busquen «un gran consenso» para que la escuela catalana deje de ser «una escuela de adoctrinamiento», que «el español no sea tratado como una lengua extranjera» y que se ponga fin al «sesgo ideológico libros de texto».
Pese a dibujar un panorama complicado por la «fractura» social que se ha creado en Cataluña, el presidente de SCC ha apostado por el optimismo y ha augurado que los catalanes «castigarán en las urnas» a los que les han «engañado».
A su juicio, los líderes independentistas comenten ahora una «grandísima irresponsabilidad» cuando reconocen abiertamente que lo que hicieron «no iba en serio», lo que demuestra que el procés fue un «fraude político sin precedentes», un «gran engaño» que ha conducido a Cataluña a «una penosa situación de confrontación y fractura social» y que ha hecho caer en picado su prestigio internacional.
OTRA VEZ A LOS TRIBUNALES
«La paradoja del procés es que, en vez de más democracia, ha supuesto un retroceso, ha degradado la calidad democrática y ha sido tóxico para los derechos y libertades de todos los catalanes», ha expuesto Rosiñol, para quien, lo más grave es que «ha roto la sociedad catalana» y ha «segregado» y «partido en dos a los catalanes»
Ahora, ha explicado, «la situación es más tranquila que hace un año» gracias a la aplicación del artículo 155 de la Constitución y el mensaje de Felipe VI del 3 de octubre DE 2017 llamando al orden constitucional. «La firmeza democrática del Estado pinchó la burbuja de la tensión social», ha dicho.
A su juicio, «todo pasa por empezar a hablar dentro del marco de la ley» y asumir que «no existe la solución» sino que hay que «encontrar pequeñas soluciones a cosas concretas» y que así aflorará la «solución global». «Todas las aspiraciones son legítimas si se encauzan dentro del marco de la ley. Cuando alguien se salta las reglas del juego acaba el juego», ha avisado.
«Sentémonos, hablemos, reconozcamos lo que somos», ha rogado Rosiñol, que no se ha cansado de pedir «respeto» para los no independentistas y que se les deje de «estigmatizar» y de tratar como a «no catalanes» o a ciudadanos de segunda.
Por último, ha anunciado que volverán a la acudir a la Justicia para reclamar exigir que los ayuntamientos respeten el derecho de neutralidad política y ha denunciado la «asfixia» de los no independentistas en las calles, las escuelas y los medios de comunicación públicos.