Exteriores sugirió a senadores que expresaran malestar por el grupo de amistad con Cataluña del Parlamento británico
ERC se queja ante Borrell de la «propuesta», destinada a una reunión con el presidente de la Cámara de los Lores
El Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación propuso a los senadores que en septiembre se reunieron con el presidente de la Cámara de los Lores de Reino Unido, Lord Fowler, que expresaran el «malestar español» por la existencia en ese Parlamento de un intergrupo de amistad con Cataluña por considerar que está «al servicio propagandístico de una causa ilegal».
Este es uno de varios temas incluidos en la «propuesta» de temas de conversación con Lord Fowler que preparó Exteriores para la reunión, que tuvo lugar el pasado 26 de septiembre. En el documento, al que ha tenido acceso Europa Press, se dice además que el invitado ya estaría enterado de ese malestar «por una carta del embajador».
La existencia de esta nota la ha desvelado este jueves el portavoz de ERC en la Comisión de Exteriores, Jordi Martí que, aprovechando una comparecencia del ministro Josep Borrell, se ha quejado de una iniciativa que ha tachado de «propaganda» y de contenido «peyorativo» con el independentismo.
Para Martí, lo que está en el fondo de este documento de Exteriores es que fuera de España hay «una visión distinta de lo que está ocurriendo en Cataluña de la que quiere transmitir el Estado español» y por eso el Gobierno hace «tantos esfuerzos para intentar contrarrestarlo».
El escrito de Exteriores tacha de «anomalía» ese grupo de amistad en el Parlamento británico, porque es «el único dedicado a una región europea» y porque «no es, en puridad, sobre Cataluña, sino que preconiza la secesión», de manera que está al servicio propagandístico de una causa ilegal».
ACTIVIDADES «AL LÍMITE DEL COMPORTAMIENTO ÉTICO»
Además, y de eso se ha quejado Martí, dice que «algunas actividades del grupo se encuentran al límite del comportamiento ético» de un parlamentario, como es «dejarse invitar a Barcelona como observadores internacionales de un referéndum ilegal» y otras, «como publicar y amplificar insultos y descalificaciones de la prensa separatista» contra España, están «ya del otro lado del decoro institucional».
También recuerda que ese grupo organizó un acto, que no llegó a materializarse, en apoyo a la exconsejera Clara Ponsatí, huida de la Justicia española, y que, pese a que tiene pocos integrantes y de «escaso peso», «se presta a ser utilizado por el mundo separatista para dar la falsa impresión de un inexistente apoyo del Parlamento británico a las tesis secesionistas».
Con todo, la propia nota reconoce que aunque Lord Fowler «es sensible y comprende bien la posición española», su posición institucional y la libertad para crear estos «grupos informales» complican que él «pueda tomar mayores cartas en el asunto».
REPROCHE DEL PP EN LA COMISIÓN
El ministro Borrell no ha respondido a este asunto durante su debate en la Comisión, pero sí lo ha hecho el portavoz del PP, Carlos Aragonés, para afear a Martí que haya sacado un tema que ya mencionó en la propia reunión con Lord Fowler y que haya aprovechado la Comisión para hacer su «diplomacia». «No es que escapemos al orden de la Comisión, escapamos al orden parlamentario», ha dicho.
Varias fuentes parlamentarias consultadas por Europa Press han confirmado que Martí ya criticó la nota de Exteriores durante el encuentro con el presidente de la Cámara de los Lores. Fue respondido por los portavoces del PSOE o del PP, que le dijeron que era libre para expresarse pero que no era el momento de hacer esas críticas a la posición del Gobierno, en una reunión en la que estaba como representante de España.
Aragonés también le ha reprochado que haya mencionado un solo párrafo dentro del grueso dosier que se preparó para la visita. Entre otras cosas, en la nota de Exteriores también se habla de la conveniencia de incrementar la diplomacia parlamentaria entre España y Reino Unido, puesto que en el Parlamento británico también hay un grupo de amistad con España pero en el Español no lo hay con Reino Unido, y más aún teniendo en cuenta la proximidad del Brexit.
También subraya las excelentes relaciones entre los dos países –salvando siempre el contencioso de Gibraltar– y los «principios de respeto y entendimiento». El Gobierno británico, recuerda, «expresó su total apoyo al mantenimiento del orden constitucional español frente al embate secesionista y se ha mostrado respetuoso con los acontecimientos internos españoles», dice.
Tanto fuentes parlamentarias como fuentes británicas han señalado que la visita de Lord Fowler fue excelente y que, de hecho, el presidente de la Cámara de los Lores ha agradecido al del Senado que la organizase.