Ábalos no cree que se equivocase relativizando las palabras de Torra porque quiso pacificar en lugar de tensionar
El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, niega haberse equivocado relativizando el lunes las palabras de aliento del president catalán, Quim Torra, a los CDR, que ocuparon las vías del AVE, asaltaron una sede de la Generalitat y terminaron enfrentándose a los Mossos d Esquadra anoche cuando se congregaron alrededor del Parlament.
«Yo no me equivoqué por una razón, porque yo hago mis declaraciones a una hora en la que me tengo que atener a los hechos que se producen a esa hora y como no tengo ningún interés ni voluntad en incrementar la tensión, lo que debo hacer es apelar a la serenidad y a la calma», se ha justificado este martes en declaraciones a los medios de comunicación en Santander, donde se ha reunido con el presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla.
A mediodía del lunes, Ábalos compareció en la sede del PSOE en Ferraz para quitar hierro a la petición que Torra había hecho a los CDR para que siguieran presionando en las calles en favor de la instauración de una República independiente. El número tres del PSOE no interpretaba la llamada de Torra a los CDR a seguir apretando ni como una llamada a la violencia ni a la desobediencia.
Este martes en cambio, el Gobierno ha endurecido su discurso y ha culpado a Torra de haber alentado los actos violentos de los CDR, que ya habían asaltado una sede del Govern en Girona para retirar una bandera española cuando Ábalos habló ayer.
El titular de Fomento ha querido dejar claro que su tolerancia a actos de presión de los CDR en las calles es «muy poca», pero ha explicado que si el lunes hubiera empleado un discurso más duro habría «contribuido a la tensión», cuando su «ánimo era pacificar».
Ábalos ha asegurado que sus intervenciones irán siempre en la línea de favorecer que las instituciones «entren en una senda de normalidad» para facilitar una solución al conflicto que mejore la convivencia entre catalanes, al tiempo que ha adelantado que el Gobierno condenará «toda violencia y toda manifestación que incite a la violencia y a subvertir el orden constitucional».
En cualquier caso, ha descartado que la situación actual justifique la aplicación de una medida excepcional como la intervención de la autonomía catalana vía el artículo 155 de la Constitución.