El Gobierno quiere llevar por la vía urgente su ley de igualdad laboral para obligar a empresas a tener jefas
«La autorregulación en esto funciona regular», justifica esta medida Carmen Calvo
El Gobierno está dispuesto a llevar por la vía urgente su proposición de Ley de igualdad laboral, registrada en febrero en el Congreso cuando el PSOE estaba en la oposición, para obligar a las empresas a «compartir y repartir el poder de decisión con las mujeres» de dichas empresas.
Así lo ha asegurado este martes 2 de octubre la vicepresidenta del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, Carmen Calvo, durante el Forbes Summit Women, que ha inaugurado en Madrid.
Según indica Calvo, en España hay una ley de este tipo que «invita pero no obliga» a las empresas a exigir la presencia femenina en los lugares de poder y liderazgo. Además, ha recordado que este mismo lunes el Estado de California (Estados Unidos) tomó la decisión de exigir por ley la presencia de mujeres en los puestos de dirección, «siguiendo la estela de algunos países europeos».
En el caso de España, Calvo ha señalado que, una vez aprobada esta ley, se pretende dar un periodo transitorio a las empresas para que se adapten a esta obligación.
En general, esta proposición de Ley –que según Calvo empezará «pronto» a tramitarse–, está dirigida a «afrontar de manera global todos los problemas de discriminación laboral de las mujeres», como es el acceso al trabajo, la compatibilidad de la maternidad y el empleo o la corresponsabilidad de la vida personal y laboral, así como para resolver el «problema» de la brecha salarial.
«Esto no puede ser un asunto de debate, tiene que serlo de hechos y, por tanto, de soluciones normales en una sociedad democrática donde las mujeres trabajadoras necesitamos que las respuestas justas sean eficientes», ha dicho.
La vicepresidenta del Gobierno justifica esta proposición de ley en que «la autorregulación funciona regular» en el caso de «ceder espacios de poder de influencia y de protagonismo por las buenas», por lo que recalca la importancia de transformar las aspiraciones de la sociedad «en norma de obligado cumplimiento».
IMPORTANCIA DEL LIDERAZGO EMPRESARIAL FEMENINO
En ese sentido, Calvo considera importante el liderazgo femenino en el ámbito empresarial, ya que las mujeres así «transforman imágenes que ayudan mucho a todas y que educan a todos, particularmente a los varones que en el siglo presente siguen pensando, por razones de comodidad, que las cosas pueden continuar así, que no hay nada que hacer ni decisiones que tomar», cuando estas personas piensan que esta cuestión «lo resolverá el desarrollo natural de los acontecimientos».
Además, considera que la toma de decisiones con presencia femenina son «mucho más inteligentes porque son mucho más realistas», pues la realidad es que, según ha puesto de manifiesto, que más de la mitad de la población son mujeres.
Por ello, ha agradecido a las empresas que están dando «un giro de pensamiento radical» al plantearse la promoción y el trato equilibrado y justo del capital humano femenino que tienen y que ayuda a la igualdad entre hombres y mujeres. «Las empresas pueden ser más eficientes en su actividad si cuentan con la aportación de sus mujeres», ha recalcado Calvo, que dice que se trata de una cuestión de «justicia» y «eficiencia».
«El mundo está necesitado de la mirada de las mujeres. Necesitamos un mundo más equilibrado con nuestra aportación porque es nuestro, tenemos derecho a sentirlo como parte de nuestra genealogía histórica, de lo que hemos vivido las mujeres, de la experiencia vital distinta que tenemos de los hombres y porque tenemos derecho a aportar y tenemos derecho a que las sociedades democráticas se formateen en dirección, también, a lo que forma parte de nuestra manera de vivir la vida, de exigir que las cosas ocurran como a nosotras nos parece que son», ha relatado.
Por otro lado, Calvo ha destacado el «dilema» que tienen las mujeres de tener que elegir entre dedicarse a una profesión con la intensidad que se requiere para alcanzar la satisfacción laboral o ser madre. «Es un dilema que las mujeres no tenemos por qué aceptar», ha recriminado la vicepresidenta.
A su juicio, la maternidad no es un asunto privado sino «un asunto de capital mayúsculo para una sociedad» que ha de tratarse «con dimensión política, con responsabilidad democrática y con respuestas» que permitan a las mujeres tener unas condiciones de desarrollo personal que dejen de ser «tan difíciles, injustas e insoportables».