Felipe González y Ana Pastor recuerdan a Manuel Marín: «Un verdadero servidor público»
El expresidente del Gobierno Felipe González y la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, han homenajeado este lunes al expresidente de la Cámara Baja Manuel Marín. «Era un verdadero servidor público. Dio todo su conocimiento y su valía al servicio de lo público», han coincidido ambos dirigentes.
Pastor y González se han expresado así en un acto de homenaje organizado por la Universidad Nacional de Educación a Distancia, al que también ha acudido el exministro de Asuntos Exteriores Abel Matutes y José Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, empresa en la Marín ejerció como presidente de su Fundación.
En el encuentro se ha puesto de relieve la figura de Marín como una pieza clave para la entrada de España en la Unión Europea y, ante todo, como la de una persona «comprometida, apasionada y amable». «Era una buena persona, pero sobre todo behemente», ha señalado emocionada Ana Pastor.
Precisamente, la presidenta del Congreso se ha referido al pasado de Marín al frente de las Cortes, una etapa que recuerda de manera muy especial. «Yo pensaba que le iba a dar un infarto. Se tomaba todo tan en serio… No quiero ni pensar si hubiese estado en estos tiempos. Qué pensaría si me viera ahora algunos días al salir del Congreso», se ha preguntado.
Para González, Manuel Marín era un «trabajador incansable que daba importancia a la forma y al fondo». «Un demócrata de verdad. Decía que cuando las formas se rompen se alteraba el fondo, por eso se exasperaba. Marín se irritaba mucho, pero tenía razón en irritarse con la pérdida de las formas», ha señalado.
Entre anécdotas, el expresidente ha recordado cómo conoció a Marín cuando este solo tenía 25 años. «Estaba en la sala de máquinas. Yo no he comprometido para entrar en mi partido a no más de una docena de personas. Pues bien, una de ellas era Marín», ha asegurado, poniendo de relieve su valía a tan corta edad.
Pero, para González, si hay algo por lo que debe ser recordado Marín es por su papel en la entrada de España en la Unión Europea. «Tenía una convicción: lo que le vaya bien a Europa, aunque contradiga nuestros intereses inmediatos, le irá bien a España», ha explicado, para después remachar: «Era un europeo europeísta. Fue clave para la fase final».