Iglesias y Montero seguirán al frente de Podemos pero toman «nota» del 31% de inscritos que piden su dimisión
Los dirigentes cosechan el 68% de apoyos, frente al 89% de los votos con los que el líder revalidó la secretaría general en Vistalegre 2
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha confirmado este domingo que va a seguir al frente del partido, al obtener el apoyo del 68% de los inscritos que han participado en la consulta sobre su continuidad tras la polémica compra de su chalé de más de 600.000 euros. No obstante, ha señalado que toma «nota» del 31% de los simpatizantes que han pedido su dimisión.
«Quiero agradecer la participación en la consulta y los apoyos recibidos. También quiero decir que tomo nota del mensaje del 30% por ciento de inscritos que no nos han apoyado. No han sido días fáciles para nosotros, pero tampoco para la gente de Podemos», ha asegurado en un mensaje que ha difundido en las redes sociales, recogido por Europa Press.
La portavoz de Podemos en el Congreso y pareja de Iglesias, Irene Montero, cuya continuidad también estaba en juego en la consulta convocada tras ponerse en duda su credibilidad por la citada compra de la casa, también ha confirmado que tras estos resultados seguirá «trabajando duro» en el partido.
«A quienes nos habéis apoyado, gracias por participar, por dar argumentos a amigos y familiares, por sentir el proyecto colectivo como propio y cuidarlo y protegerlo. A quienes habéis votado en contra, gracias también por expresar vuestra posición con honestidad: espero convenceros con mi trabajo de aquí en adelante», ha asegurado en el mensaje que también ha publicado en las redes sociales.
DURAS CRÍTICAS INTERNAS
Iglesias y Montero pusieron su cargo a disposición de las bases tras las fuertes críticas surgidas dentro del partido por la polémica compra, que fue considerada por algunos sectores, principalmente los anticapitalistas, como una falta de coherencia. Tampoco gustó a este sector que decidieran convocar una consulta para trasladar a los inscritos la decisión de si debían asumir consecuencias.
Además, los dirigentes se comprometieron a dimitir no sólo si no recibían los suficientes apoyos, sino si la participación era «baja». Aunque no ofrecieron datos concretos que pudieran servir de referencia, Iglesias sí reconoció que los más de 150.000 inscritos que votaron en la Asamblea de Vistalegre II de hace un año, un 33% de los llamados a votar, constituían una buena cifra a tener en cuenta.
Finalmente, la consulta sobre la continuidad de Iglesias y Montero ha recabado una participación del 38,57%, la más alta de todas las consultas que Podemos ha celebrado hasta. Lo que sí ha bajado es el porcentaje de apoyos a Iglesias si se comparan con los votos que obtuvo en febrero de 2017 para revalidar su cargo como secretario general en Vistalegre II.
En concreto, Iglesias obtuvo en ese congreso el 89% del apoyo de las bases (128.700 votos en total), y en esta ocasión, han sido el 68% de los participantes en la consulta de esta semana (128.300) los que han votado a favor de la continuidad de Iglesias y Montero.
Con estos datos, Iglesias destaca en su mensaje que «con más de 128.000 apoyos que representan casi el 70% de los participantes en la consulta más numerosa de nuestra historia», es su «obligación» seguir al frente de Podemos y «representar dignamente tanto al 70%» que le apoya «como al 30% que querría otro secretario general». «Lo asumo con más ilusión y también con más madurez que nunca», ha sentenciado.
CULPAN A «LA MÁQUINA DEL FANGO» DE LAS «CLOACAS»
«Nos hemos enfrentado al más poderoso de los adversarios, la casi total unanimidad de la opinión publicada, que ha sido capaz de convertir un asunto privado en un debate público nacional y en un debate interno que ha provocado una participación de nuestros inscritos mayor que la de la última Asamblea Ciudadana», añade a continuación.
En esta línea, Iglesias defiende que ante «el desafío» a su credibilidad, «en el momento de mayor intensidad del cuestionamiento» sobre él y la portavoz parlamentaria, han respondido «dando la cara y asumiendo la rendición de cuentas permanente como mecanismo democrático».
«Cometo errores y seguramente los seguiré cometiendo, pero nadie podrá decir que nos aferramos al cargo o que nos escondimos ante la crítica. Creo humildemente que hemos vuelto a demostrar que somos distintos», asegura el líder de Podemos.
Además, señala que «a partir de hoy, cada vez que la coherencia de un líder político sea cuestionada, el mecanismo revocatorio estará en la mente de todo el mundo». «Hace años nadie hacía primarias en España y hoy hasta los partidos más conservadores las tienen que asumir. Las consultas revocatorias deben también normalizarse. La elección para un cargo público o de partido no debe ser un cheque en blanco», apunta.
Asimismo, reconoce que «entre las obligaciones de un dirigente de Podemos no sólo está ser honrado, sino también evitar dar armas al adversario» y, en esta línea, señala que toma «buena nota» de que «muchas decisiones personales legítimas pueden ser sometidas, justamente o no, al escrutinio público».
«Quien hace política debe saber que sus reglas son injustas (especialmente si eres de Podemos)», añade. «Toca seguir y esforzarnos para ser mejores y estar así más cerca de ganar y cambiar nuestro país. Gracias a todos. Sí se puede», concluye su misiva a sus bases.
Por su parte, Montero también aprovecha su carta para dar las gracias a las bases «por la enorme participación en la consulta y por el apoyo» que les han dado para continuar en sus responsabilidades. «Pocas cosas hay más importantes para una militante del cambio político que saber que camina codo a codo con decenas de miles de personas que confiamos las unas en las otras y en nuestra capacidad colectiva de luchar para cambiar el país», asegura.
Según la portavoz, «participación y resultado son un contundente mensaje», que es que «se equivocaban quienes pensaban que era mejor no consultar y no escuchar la decisión de la gente de Podemos». «Se equivocaban quienes desde las cloacas pusieron la máquina del fango a pleno rendimiento porque pensaron que éste podría ser un golpe definitivo para el proyecto. Seguimos», afirma.
Montero también defiende el «importante ejemplo democrático» que, a su juicio, han dado al someterse a una consulta. «Cuando a un cargo público o dirigente se le cuestiona, los mecanismos revocatorios deben actuar con normalidad. No nos agarramos a las responsabilidades porque no son nuestras. Seguimos sólo si podemos seguir confiando las unas en las otras», asegura.
Además, afirma que «tras esta consulta Podemos es más fuerte, porque hace lo que dice y pone en práctica lo que queremos para el país», que es «no entregar un cheque en blanco a los representantes» y «decidir cada día del año, en cuanto sea necesario». «Los revocatorios son procedimientos esenciales en democracia», insiste.
«Tomo nota de las críticas y espero saber incorporarlas a mi práctica política: nos queremos firmes y coherentes defendiendo el proyecto político de cambio. Un país en el que todas las vidas merezcan la pena ser vividas», añade, al tiempo que defiende que, ahora, es el momento de centrarse en las «semanas intensas» que vienen, «con la oportunidad de sacar a este Gobierno corrupto y hacer crecer la semilla que sembramos hace un año con nuestra moción de censura».