Bayer vende a BASF más activos por 1.700 millones como parte de sus compromisos para adquirir Monsanto
BERLÍN, 26
La multinacional farmacéutica Bayer ha acordado vender más activos de su división Crop Science a BASF por 1.700 millones de euros como parte de sus compromisos con la Comisión Europea (CE) y otros reguladores en el marco de su adquisición de Monsanto.
Bayer y BASF firmaron un acuerdo para la venta de ciertos activos de Crop Science en octubre de 2017 por 5.900 millones de euros. Este primer paquete de activos incluía el negocio mundial de glufosinato de amonio o la tecnología LibertyLink para la tolerancia de herbicidas, que generaron ventas de 1.500 millones de euros en 2017.
El segundo paquete de activos anunciado este jueves, que incluye su negocio mundial de semillas de hortalizas, ciertos productos para tratamientos de semillas y actividades agrícolas digitales, generó ventas de alrededor de 745 millones de euros en 2017.
«Con esta operación, estamos implementando los compromisos correspondientes acordados con la CE y otras autoridades para permitir el cierre exitoso de la compra de Monsanto», ha indicado el presidente del consejo de administración de Bayer, Wener Baumann.
Esta operación incluye también la transferencia de los 2.500 empleados con los que Bayer cuenta en este negocio, alrededor de 150 de ellos en Alemania. Como parte del acuerdo, BASF se ha comprometido a mantener todos los puestos indefinidos en condiciones similares durante al menos tres años después del cierre de la compra.
Bayer continuará manteniendo el negocio vendido hasta que se complete la desinversión, mientras que, tras el cierre de la compra de Monsanto, el grupo alemán seguirá activo en estas mismas áreas como resultado de los activos que adquirirá de la multinacional estadounidense de semillas y productos agroquímicos.
Bayer alcanzó en septiembre de 2016 un acuerdo para la adquisición de Monsanto por unos 66.000 millones de dólares (unos 53.700 millones de euros). La farmacéutica alemana tiene previsto cerrar la compra de Monsanto en el segundo trimestre de 2018 tras recibir la aprobación de autoridades de diversos países, el último Brasil.
En agosto de 2017, la CE abrió una investigación para analizar si la adquisición de Monsanto por parte del gigante alemán cumplía con la legislación comunitaria y si la transacción reduciría la competencia en mercados como el de los pesticidas o las semillas. El pasado 21 de marzo autorizó la transacción, aunque sujeta a un «extensivo» paquete de condiciones que resuelve las dudas de Bruselas en los mercados de semillas, pesticidas y agricultura digital.