Alberto Fernández (PP) pide la «cláusula Messi» para Barcelona si Cataluña se independiza
Barcelona es el «cajero» de Puigdemont y propone que el Estado pague su deuda y se la descuente
BARCELONA, 10
El líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, ha propuesto este miércoles aplicar la «cláusula Messi» a Barcelona si Cataluña se independiza, en referencia al jugador del FC Barcelona y al apartado de su contrato que le permitiría dejar la entidad en caso de independencia en determinadas circunstancias.
«Barcelona se marcha porque queremos jugar la Liga de las grandes ciudades españolas y europeas», ha defendido en una conferencia en el PP ante cerca de un centenar de personas en la sede del PP.
Pide un nuevo estatus para Barcelona que se establezca en una nueva Carta Municipal, para lograr un trato mejor, diferente y diferenciado de la Generalitat, que permita recibir lo que aporta y que la Generalitat no invierte, y ha destacado que la ciudad tiene su propia identidad, que el independentismo «silencia cuando no niega».
Así, ha pedido una nueva Carta Municipal para regular las relaciones de Barcelona con la Generalitat para garantizar las inversiones mediante una nueva ley que traspase competencias y servicios como sanidad, educación, servicios sociales y vivienda, regidos por consorcio con el Govern en los que éste es habitualmente mayoritario.
Reclama una mejor financiación del Govern y gestionarla «sin las tutelas de la Generalitat», ya que su aportación es testimonial e insuficiente –asegura que sólo representa el 5% de los ingresos públicos de la ciudad, mientras que la del Gobierno central es del 90%–, y ha criticado que las balanzas fiscales entre Barcelona y Cataluña son negativas
Ha sostenido que el Ayuntamiento tiene que hacer Generalitat porque la Generalitat no hace Barcelona, que asume asuntos que son de su competencia, como guarderías y escuelas, y ha dicho que el consistorio es el «cajero automático» del presidente del Govern cesado, Carles Puigdemont y que, siguiendo planteamientos de independentistas, se podría decir que la Generalitat roba a Barcelona.
Ha propuesto que el Ayuntamiento reclame la deuda de la Generalitat al Gobierno central y que éste se la abone y lo descuente de las transferencias a la Generalitat, y que Barcelona sea circunscripción electoral de distrito único en una futura ley electoral catalana, para que el voto de los barceloneses no valga menos que el de otros catalanes, al contrario de lo que ocurre ahora, que beneficia a los independentistas, según él.
Ha advertido de que el independentismo «confunde el derecho a decidir con el derecho a empobrecer» Barcelona, que no debe ser capital de Estado, sino una metrópolis, y tampoco una ciudad-Estado, como asegura que pretende el Gobierno de Ada Colau con su intervencionismo, sino una ciudad-sociedad con colaboración pública-privada, ha defendido.
ANTÍDOTO DE LA INDEPENDENCIA
Fernández ha recordado a los que decían Spain is different y ha abogado por decir ahora en positivo Barcelona es diferente , y ha advertido sobre la ciudad: «No somos la capital de la independencia, somos su antídoto».
Ha dicho que Barcelona está formada por barrios que eran municipios independientes que fueron anexionados sin que pudieran ejercer su derecho a decidir y con balanzas fiscales negativas con el resto de la ciudad y de Cataluña: «Vaya, que alguien podría reclamar, por ejemplo, su separación del resto de la ciudad. Sarrialona», ha ironizado.
CRÍTICAS A COLAU
Ha dicho que el exalcalde Xavier Trias «empezó a escribir el libro blanco de la independencia, y Colau ha puesto las tapas del libro blanco que empezó Trias», mientras que él pretende poner negro sobre blanco y dar soluciones a los problemas reales de los barceloneses.
Asegura que Colau renuncia a defender Barcelona ante la Generalitat, y ha defendido la necesidad de configurar una alternativa a la alcaldesa, que tiene cómplices en la oposición –incluso Cs, que votó a favor de su Plan de Vivienda– y ha hecho un pacto de colaboración con el independentismo, del que es «cooperadora necesaria».
Ha dicho que Colau es la «alcaldesa moratoria» cuando Barcelona debería ser una ciudad abierta, con incentivos y sin trabas burocráticas, que no sea hostil al turismo ni amistosa con los manteros , y que atraiga proyectos y mantenga otros como el Mobile World Congress (MWC), según él.