La luz apunta a «precios de primavera» de entre 50 y 55 euros el MWh para enero, según Tempos Energía
SEVILLA, 17
La factura de la luz apunta a «precios de primavera» de entre 50 y 55 euros el megavatio/hora (MWh) para el mes de enero, siempre que las temperaturas continúen siendo suaves, el gas natural licuado mantenga el flujo constante y Asia permanezca en un estado de contención.
Esta tendencia instalará al gas en la «franja baja» de los 24 y 25 euros y marcará una estabilidad de precios durante el primer cuatrimestre de 2026.
Según ha explicado del director de la consultora energética Tempos Energía, Antonio Aceituno, «ver estos precios equivaldría a adelantar marzo y abril al corazón del invierno».
«Solo el frío sostenido, con menor viento y con presión sobre las renovables, lograría cambiar abruptamente el mercado». En ese caso, el TTF «perdería la comodidad», por lo que «no sería excepcional» que el gas se situara entre los 45 y 50 euros el megavatio la hora, provocando precios de entre 85 y 95 euros el megavatio la hora para el mercado energético durante el primer cuatrimestre del próximo año.
Para Aceituno, este panorama «supondría un encarecimiento cercano al 50 por ciento frente al escenario optimista y devolvería al mercado a niveles invernales próximo a los cien euros, una franja que no se veía de forma sostenida desde 2023».
Actualmente, el mercado registra mínimos de 20 meses con la referencia de los precios del gas anclado en la banda de los 26,50 y 27,70 euros el megavatio la hora y con tres meses consecutivos por debajo de los 35 euros el megavatio hora. Para el equipo de Tempos Energía, «los precios son bajos porque el sistema está cómodo y el mercado permanece inmóvil mientras el clima acompaña»; sin embargo, la «calma frágil» puede romperse «en cuanto gire el termómetro, ya que el clima es el único interruptor de los precios», según han apuntado.
ESTABILIDAD SOSTENIDA POR EL TERMÓMETRO
La normalidad en el mercado gasístico depende, en primer lugar, de la meteorología. En Europa predominan las temperaturas «anormalmente suaves», registrando en Alemania cinco grados por encima de lo normal y repitiéndose esta anomalía térmica en el noroeste europeo. El segundo pilar se encuentra en el gas natural licuado y, en este sentido, Asia «no está empujando», ya que China ha recortado el spot un 17 por ciento y Japón un siete por ciento.
Sin esta presión, los cargamentos no tienen un incentivo para abandonar Europa y el gas natural se torna como la válvula de seguridad del sistema. Mientras tanto, el país de Noruega se mantiene como «la columna vertebral del suministro europeo», y contiene la solidez de los flujos en la zona de los 339-345 millones de metros cúbicos diarios. «Siempre que este eje siga así, el mercado considera que cualquier susto invernal puede ser amortiguado sin pagar prima inmediata», ha señalado el director general de Tempos Energía.
A pesar del papel de estos tres pilares que oxigenan el mercado del gas, desde la consultora han recordado el «incómodo» nivel de reservas de Europa y han asegurado que, aunque «no supone un escenario de pánico», ofrece una cifra de entre el 71 y 72,50 por ciento. Se suma, además, el elevado precio del dióxido de carbono, contenido en la zona entre los 83-84 euros. En último lugar, se encuentra la actuación de Europa con respecto al gas procedente de Rusia a partir de 2027, aunque, según ha remarcado Aceituno, «el debate sobre el fin de la dependencia de este gas no empuja los precios actuales».
PERSPECTIVAS PARA 2026
Desde Tempos Energía prevén un primer trimestre de 2026 «cómodo», con un gas anclado en mínimos estructurales donde «el riesgo pasa por confundir la estabilidad con la inmunidad». Para el segundo trimestre, las previsiones marcan un mercado eléctrico un 26 por ciento más barato, cotizando los futuros en los 37,20 euros el megavatio la hora y con un gas en mínimos con precios de 26,32 euros el megavatio hora.
De cara al tercer trimestre, no se prevé un verano caro pero las previsiones dejan claro un rebote que dependa más del calor y de la hidráulica. Indican desde la consultora que «el gas apaga el miedo de la factura», con el power cotizando para entonces en 61,25 euros el megavatio hora.» El temor al invierno de 2026 queda desactivado ante las previsiones de la caída del gas un 27 por ciento, con una cotización actual en los 68 euros el megavatio la hora.
EL PETRÓLEO SE MUEVE POR EL DESGASTE
El mercado del barril de petróleo Brent ha entrado en el invierno «sin estrés, pero también sin gasolina alcista». «El crudo ha pasado de participar de la escasez a exigir evidencias antes de pagar más, por lo que, actualmente, el Brent «exige hechos y no expectativas para un cambio de fase», ha subrayado el experto.
En este sentido, el escenario base del Brent para el próximo trimestre le sitúa en una ventana contenida entre los 58 y 65 dólares por barril. Estos precios resultan equivalentes a los niveles de hace casi cuatro años –registrados en el mes de febrero de 2021–. Desde Tempos Energía han valorado esta previsión como «un equilibrio incómodo, sostenido por las compras tácticas y limitado por la oferta estructural resistente».
Por otro lado, el escenario alcista –el que la consultora considera como el menos probable–, situaría el precio del Brent entre los 68 y 72 dólares. Para ello, se requiere de interrupciones sostenidas de flujos sancionados, un endurecimiento definitivo de las sanciones marítimas rusas o la respuesta contundente de la OPEP+ ante el deterioro adicional de los precios.
Por el contrario, y en el extremo opuesto el escenario bajista el barril podría situarse en la ventana de los 55 y 57 dólares, una horquilla que no se reproduce desde antes de la crisis de la pandemia. Un escenario que solo se activaría «si el superávit proyectado por la AIE se materializa rápidamente, si China reduce el ritmo de acumulación o si se produce un avance creíble de paz en Ucrania libera barriles adicionales al mercado»
Para Aceituno, este panorama se traduce en que la geopolítica «ha perdido la capacidad de generar el alza de los precios a largo plazo». «Las acciones se diluyen con facilidad y el mercado compensa cualquier incidencia con otros flujos como la producción resiliente, los barriles con descuento o una OPEP+ centrada en preservar la cuota antes que el desarrollo de una disciplina impositora».



