BBVA apuesta por el emprendimiento social para construir «un modelo económico más justo y sostenible»
La entidad bancaria asegura en su nuevo monográfico que en España «existe un interés creciente por el emprendimiento social»
BBVA apuesta por el emprendimiento social, una acción que busca aprovechar una oportunidad de negocio para solucionar problemas sociales y medioambientales por encima del lucro económico, y que «demuestra que es posible construir un modelo económico más justo y sostenible», ya que «la generación de beneficios y la mejora de la sociedad van de la mano».
Así se refleja en el monográfico Emprendimiento Social. Cuando las ideas buscan ayudar a los demás , un documento en el que BBVA «reafirma su compromiso con la difusión de iniciativas que no solo impulsan el desarrollo empresarial, sino que también contribuyen al bienestar colectivo y al cuidado del planeta».
El texto expone que el emprendimiento social «está muy ligado a la economía social y solidaria (EES)», que es «aquella que prioriza las necesidades de las personas y del planeta a la generación de beneficios para los propietarios o los accionistas».
Las empresas sociales, que utilizan las prácticas empresariales para comercializar un producto o servicio, pueden adoptar diferentes formas jurídicas y se diferencian de las ONG porque pueden utilizar sus beneficios y repartirlos, como cualquier otra empresa.
Los objetivos del emprendimiento social varían en función de la realidad socioeconómica de cada país; pero entre los más habituales están acabar con la desigualdad, la exclusión social, la pobreza o el hambre. También buscan crear soluciones a favor del cuidado de los bosques, la protección de la biodiversidad, la reducción de la contaminación o la lucha contra el cambio climático.
Algunos ejemplos de emprendimiento social o casos de éxito surgidos en las últimas décadas en España y América Latina son Batec Mobility , Sylvestris , Ciudad Saludable , Banco Sol, Kingo Energy , La Mare Que Va , La Fageda , Campoagro o Juntas .
INTERÉS CRECIENTE EN ESPAÑA
A lo largo del monográfico, BBVA expone que, de acuerdo con el European Social Enterprise Monitor 2021 – 2022: Informe sobre España , elaborado por el Esade Center for Social Impact (ECSI) con la participación de 80 empresas sociales, en España «existe un interés creciente por el emprendimiento social». De hecho, casi el 50% de las empresas participantes en el informe fueron creadas entre 2012 y 2022, mientras que el 25% de las empresas participantes nacieron antes del año 2000.
Según Esade, estas empresas priorizan los fines sociales y, en concreto, el bienestar de los colectivos más vulnerables. Los dos sectores que cuentan con más representación de este tipo de empresas son los que tienen que ver con la salud y el trabajo social y la educación.
Otra de las características que determina el emprendimiento social en España es la innovación. Según Esade, el 90% de las empresas encuestadas se considera innovadora y el 95% tiene voluntad de escalar su negocio.
Un tercer aspecto fundamental a la hora de forjar la importancia del emprendimiento social en España es la atracción de inversores y la financiación.
El sector público juega un rol importante, ya que los datos de la encuesta indican que una de cada dos empresas sociales solicitó financiación pública en los 12 meses previos al estudio y que cerca del 70% obtuvo una parte importante de la cantidad solicitada.
No obstante, la falta de financiación y de concienciación y las dificultades del empresario para conseguir visibilidad están entre los principales desafíos a los que se enfrenta este sector en España. De acuerdo con Esade, crear un marco político específico para las empresas sociales supondría una solución que valoraría positivamente el 80% de las entidades encuestadas.
AMÉRICA LATINA
Según revela el estudio El Emprendimiento Social en los Ecosistemas Económicos de América Latina , las condiciones para el desarrollo del emprendimiento social en esta región y en el Caribe son «complejas».
En este contexto, el emprendimiento social se presenta como «una solución que genera beneficios colectivos», ya que «los emprendedores sociales pueden integrar en la economía formal a personas desprotegidas, crear empleo, producir bienes y servicios que las empresas tradicionales no facilitan y generar riqueza», lo que lleva a liberar a los estados de estas mismas funciones para que estos puedan enfocarse en las políticas sociales a nivel macro.
Muchas iniciativas de emprendimiento social se centran en crear oportunidades en contextos de pobreza e informalidad y algunos de los sectores más habituales son los del reciclaje, la banca o la energía.
TIPOS DE EMPRESAS SOCIALES
Las empresas sociales, al igual que las convencionales, pueden clasificarse atendiendo a diferentes parámetros: su forma legal y jurídica, su sector, su tamaño o sus objetivos.
En primer lugar, puede hacerse una gran división entre las empresas que nacen con un objetivo social y aquellas que lo hacen por o para un colectivo concreto. La segunda gran división puede realizarse teniendo en cuenta la forma legal de las empresas.
De acuerdo con el estudio de Esade, el tejido de empresas sociales español presenta formas jurídicas muy diversas. Las que más abundan son las asociaciones y las S.L., seguidas de las fundaciones y las cooperativas.
EMPRENDER CON ÉXITO
Para emprender con éxito a nivel social, el mentor en emprendimiento social Ginés Haro y la catedrática del departamento de Organización de empresas de la Universidad de Granada Ana María Bojica proponen definir el concepto de éxito, recordar la importancia del dinero, crecer también a nivel personal, elegir a quien te juzga y a quien se escucha ofrecer un valor añadido, crear alianzas y combinar métodos de financiación.
Todo ello, ayuda a solventar los problemas que suelen surgir en este emprendimiento, como la falta de claridad en la propuesta de valor, la adquisición de los primeros clientes, el acceso a financiamiento, las dificultades en la identificación del mercado y la competencia, los desafíos en el liderazgo y en el crecimiento personal y el mantenimiento de una red de apoyo.
FINANCIACIÓN DE IMPACTO
«Un pilar fundamental para impulsar el emprendimiento social es la inversión de capital privado», señala el documento, que relata que la financiación de impacto es aquella que busca generar un impacto positivo y medible a nivel social y medioambiental, junto a un retorno económico. De igual modo que en los últimos años ha crecido el emprendimiento social, lo ha hecho también el interés de los inversores por apoyarlo.
De acuerdo con la European Venture Philantropy Association (EVPA) , los tres Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en los que más se centra la inversión de impacto en Europa son el 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), el 10 (Reducción de las desigualdades) y el 13 (Acción por el clima).
Además, la Global Impact Investing Network estima que el mercado de inversión de impacto superó el billón y medio de dólares en todo el mundo en 2024.
De acuerdo con Esade, la medición del impacto social y medioambiental proporciona información esencial a las empresas sociales, ya que las orienta en el proceso de toma de decisiones y las ayuda a poner en valor y a comunicar su contribución social.
Para que la sinergia sea positiva y se den beneficios por ambos lados, es importante que tanto emprendedores como inversores tengan en cuenta algunos principios, indica el texto, que apunta que los emprendedores deben informarse sobre la forma de trabajar y el nivel de compromiso de los potenciales inversores.