Airbus, Thales y Leonardo exploran vías para contrarrestar la «presión» de la Starlink de Elon Musk sobre Ucrania
Las compañías Airbus, Thales y Leonardo han iniciado conversaciones para contrarrestar la «presión» que la empresa satelital estadounidense Starlink, propiedad de Elon Musk, ejerce sobre Ucrania, en el marco de la guerra, según ha confirmado este viernes el presidente de Airbus España, Francisco Javier Sánchez Segura.
En un desayuno de Nueva Economía Fórum, Sánchez Segura ha sido preguntado por la dominación por parte de Starlink del mercado satelital y por las informaciones que apuntan a que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, usa la compañía de Musk como un «arma política» para presionar a Kiev para ceder a Washington sus tierras raras y para que se avenga a firmar una paz negociada únicamente con Rusia.
«Efectivamente, lo que hemos hecho ha sido empezar a discutir con Thales y Leonardo qué posibles soluciones podemos diseñar para ser capaces de dar una respuesta coordinada al gran salto que está dando la industria espacial en Estados Unidos de la mano de SpaceX», ha explicado Sánchez Segura.
En esta línea, el presidente de Airbus España ha revelado que también abordan cómo ayudar a Ucrania y cómo «poner las capacidades que sí tiene Europa» al servicio de sus Estados miembro para «intentar solventar la presión que está ejerciendo Starlink sobre Ucrania».
UN SECTOR QUE NECESITA TRANSFORMACIÓN
En cualquier caso, Sánchez Segura ha abogado por transformar el sector espacial europeo si «realmente» se quiere hacer frente a la «amenaza» estadounidense. Airbus ha tenido pérdidas «muy grandes» en el negocio del espacio, pero el presidente de la división española les ha restado importancia porque «no son los únicos».
«A día de hoy, casi todos los fabricantes de satélites en Europa tienen problemas financieros», ha indicado, ciñéndolos «sobre todo» al «riesgo tecnológico» que corren. Asimismo, ha explicado que todos los fabricantes producen «satélites muy parecidos» para dar respuesta a un mercado que es cuatro veces inferior al mercado norteamericano.
«Ahora mismo tenemos una diagnosis del problema que es compartida entre las empresas y entre los diferentes actores de que algo tenemos que hacer de cara a futuro», ha concluido.