Actuarios piden sistemas de ajuste «automáticos» en las pensiones porque se percibe un 62% más que lo abonado


Advierten de que las últimas reformas no garantizan la sostenibilidad del sistema de pensiones y alertan de que el desfase crecerá

El Instituto de Actuarios Españoles ha elaborado un estudio sobre la sostenibilidad de las pensiones públicas, en el que propone que las futuras reformas del sistema de pensiones incluyan mecanismos «automáticos» de ajuste de las mismas para corregir el desfase actual –que se incrementará en el futuro– del 62% entre lo que se percibe como pensión y lo aportado a través de las cotizaciones sociales.

Para los actuarios, las últimas reformas acometidas en 2021 y 2023 han sido «insuficientes» y no han logrado «reequilibrar» el sistema de pensiones, cuya sostenibilidad sigue siendo «cuestionable», según han advertido en un comunicado este martes.

En concreto, los actuarios han apuntado que las medidas tomadas en los últimos no han conseguido frenar el «cada vez mayor desequilibrio» entre el ingreso por la pensión que una persona recibe a lo largo de su jubilación y el valor de las cotizaciones que ha realizado durante su carrera laboral.

Esta relación se mide por un indicador denominado Factor de Equidad Actuarial (FdEA) que, en el caso de ser mayor que uno, muestra un modelo de pensiones de jubilación «generoso» en el que las prestaciones superan a las cotizaciones efectuadas a nivel individual.

En este sentido, el IAE ha avisado de que el desequilibrio entre lo aportado y lo recibido dentro del sistema de pensiones español «no ha dejado de empeorar» en los últimos cinco años, ya que el FdEA promedio ponderado ha pasado de 1,55 en 2020 a 1,62 en 2025 (es decir se cobra un 62% más que lo aportado).

Además, los actuarios prevén que este desfase siga incrementándose, lo que hace augurar unas consecuencias «devastadoras» a futuro para el indicador de sostenibilidad actuarial, alcanzando el 2,14 en 2045 y el 2,20 en 2065.

Este aumento «sistemático» del desfase entre la pensión y lo cotizado a lo largo del tiempo y «sin atisbos de frenada» evidencia un creciente desequilibrio entre cotizaciones y prestaciones y alerta sobre una «cada vez mayor insostenibilidad» del sistema, ya que implica que las pensiones futuras no estarán suficientemente respaldadas por las cotizaciones presentes, generando presiones sobre las finanzas públicas o la necesidad de hacer «importantes reformas estructurales».

El director del Observatorio Actuarial de Previsión Social que ha expuesto estas conclusiones, Gregorio Gil de Rozas, ha señalado que aunque existe un «loable» intento por reequilibrar el FdEA en los últimos cinco años a través de reformas, los resultados de dichos esfuerzos han sido «claramente insuficientes».

«Si bien es cierto que respecto a 2020 las reformas han reducido la generosidad del modelo en algunos casos, especialmente en trabajadores con carreras laborales cortas o jubilaciones anticipadas, no han logrado contrarrestar el impacto del envejecimiento y el menor crecimiento económico esperado», ha apuntado Gil de Rozas.

EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA Y MACROECONOMÍA FRENAN LA SOSTENIBILIDAD

Según los análisis elaborados por el IAE, los principales factores que están operando como freno objetivo para la mejora de la sostenibilidad actuarial de las pensiones son ajenos al propio sistema: un menor crecimiento económico futuro y, en menor medida, aunque también relevante, un aumento de la esperanza de vida.

En cambio, el estudio del IAE ha valorado positivamente que las reformas realizadas hasta ahora sí han conseguido mejorar la equidad del sistema mediante dos factores: el aumento de la edad ordinaria de jubilación y el hecho de que las trayectorias laborales cortas han empeorado su tratamiento al asignarles el porcentaje por años cotizados.

Como estos casos tenían un indicador más alto y ha disminuido, los resultados en 2025 son más equitativos entre individuos tipo que en 2020, según ha advertido la entidad.

Por su parte, para el coordinador técnico del Observatorio Actuarial de Previsión Social, Enrique Devesa, el aumento del desfase entre el importe de la pensión y la cantidad aportada como cotizaciones a lo largo de la vida laboral refleja un «problema estructural» del sistema público de pensiones.

«Para que una nueva reforma del sistema de pensiones fuera efectiva en términos de sostenibilidad financiera y equidad en la distribución de los esfuerzos, debería contener mecanismos de ajuste automáticos ante cambios en el crecimiento económico a largo plazo y en la esperanza de vida, como han hecho en otros países de nuestro entorno», ha añadido Devesa.

Por último, los actuarios ha concluido que con la publicación sistemática de ratios como el de FdEA y la existencia de mecanismos automáticos de reequilibrio, el sistema ganaría en transparencia y corresponsabilidad social.

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