La presidenta de la SECPAL subraya la importancia de que los médicos residentes aprendan cuidados paliativos
La presidenta de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL), Elia Martínez, ha subrayado la importancia de que los médicos internos residentes (MIR) aprendan cuidados paliativos, ya que estos ayudan a aliviar el sufrimiento y alargan la vida, a la vez que permiten enfrentarse a la muerte con «normalidad», evitando la «sensación de desahucio».
«Salimos de las facultades de Medicina preparados solo para curar, pero en la realidad estamos desnudos ante el dolor, la vulnerabilidad, el sufrimiento, la aceptación de la no curación, la honestidad, la escucha respetuosa, la muerte y el acompañamiento», ha señalado en la jornada Medicina Paliativa: un enfoque imprescindible , organizada por la Sociedad Española de Medicina Paliativa (SEMPAL), y en la que han participado medio centenar de MIR.
Durante el encuentro, los psicólogos Helena García y Javier Barbero han hecho hincapié en la necesidad de establecer una comunicación empática con el paciente y sus familiares para facilitar a su vez el momento de trasladar malas noticias.
Según han indicado, «si una madre te pregunta por qué su hijo tiene que morir de leucemia con 17 años, tenemos que estar preparados para saber cómo podemos responder a esta pregunta». Para ello, han destacado que los MIR deben trabajar «la actitud, las habilidades y el conocimiento».
«Cuando la muerte es inevitable, morir bien es imprescindible, pero a los médicos no nos enseñan a parar. Los pacientes necesitan algo más que técnicas; necesitan que los busquemos y los encontremos», ha apuntado la coordinadora del comité organizador de las Jornadas, María González Ascarza.
Por su parte, la doctora en Enfermería y profesora de Bioética, Tayra Velasco, ha hablado sobre la importancia de trabajar con el paciente en la planificación compartida de la atención (PCA). Según ha detallado, la PCA debe ser siempre, al igual que el consentimiento informado, «un proceso comunicativo», aunque la realidad es que todavía existen barreras para su adecuado desarrollo, como «la falta de formación de los profesionales, la escasa concienciación social, la excesiva burocratización y la permanencia de una cultura paternalista hacia el paciente».
«SIEMPRE HAY ALGO QUE OFRECER»
Durante este encuentro formativo, se ha desarrollado una sesión sobre el control sintomático del paciente con necesidades paliativas, impartida por los doctores Agustín Chacón y Estefanía Quirós. Entre los síntomas más frecuentes en el final de la vida se encuentran la disnea, vómitos, delirium o estreñimiento, frente a los que Quirós ha remarcado que hay que conocer los tratamientos farmacológicos disponibles, así como tener en cuenta la atención emocional.
Para Chacón, el síntoma «más difícil» de tratar y manejar es el sufrimiento existencial que aparece cuando el paciente escucha «que no hay nada que hacer». En este sentido, el especialista ha apuntado que «siempre hay algo que ofrecer», aunque no sea una curación. «El antídoto del sufrimiento existencial es buscar la parte sana de ese paciente abocado a la muerte y trabajar desde ahí, desde la presencia y el acompañamiento», ha precisado.
Además, los expertos que han intervenido durante la jornada han puesto en valor el trabajo en equipo. Así, el trabajador social sanitario en la Unidad de Atención Integral Paliativa Pediátrica de la Comunidad de Madrid y vicepresidente de SECPAL, Alejandro Gómez, ha invitado a los MIR a contar con sus compañeros no médicos, como enfermeros, psicólogos y trabajadores sociales.
«Nosotros somos capaces de detectar una situación de necesidad y asesorar mediante los recursos personales, la orientación o derivación al recurso comunitario apropiado a cada familia», ha explicado González.
Por su parte, el enfermero Javier Pertiñez ha señalado que «el papel de la enfermera en una unidad de hospitalización de Paliativos es tener en cuenta el binomio indivisible que forman el paciente y la familia, porque todo el trabajo que hagamos con sus seres queridos es algo que se van a llevar para después, cuando la persona ya no esté».
En la misma línea, la psicóloga Carola del Rincón ha resaltado la importancia de crear «un vínculo con el paciente y la familia, ofrecerles una información clara, realista y concisa», para que sientan que el profesional que les atiende es «una persona de confianza a la que pueden expresar sus dudas e inquietudes», un valor añadido en el caso de que el enfermo sea un menor y el impacto emocional mucho mayor.
VÍA SUBCUTÁNEA
Por otra parte, la enfermera Belén Martínez, de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Gregorio Marañón, ha ofrecido a los MIR las claves para el manejo de la vía subcutánea, un procedimiento que van a precisar entre el 50 y el 70 por ciento de los enfermos paliativos a lo largo de la evolución de su enfermedad, porcentaje que aumenta en situación de agonía. «Esta técnica es fundamental para el control de los síntomas, disminuyendo el número de ingresos hospitalarios cuando la vía oral no sea posible», ha puntualizado.
Para concluir la jornada, el médico de la Unidad de Cuidados Paliativos del Servicio de Medicina Interna del Hospital General de Villalba, José María Fraile, ha abordado algunas claves para entender los cuidados al final de la vida. «Nos enseñan a nacer, pero nadie nos enseña que vamos a morir, y todos desarrollamos ese miedo a la muerte; a los médicos también nos pasa, y por eso tantas veces seguimos con tratamientos que no son necesarios», ha argumentado.
Teniendo en cuenta que, solo por cáncer, este año morirán en España 181.000 personas, el especialista ha subrayado «las consecuencias adversas de la falta de planificación para hacer una transición adecuada al abordaje de la etapa del final de la vida», entre ellas, «el malestar psicológico, el uso de tratamientos médicos que contradicen las preferencias personales, la utilización de recursos sanitarios engorrosos y costosos y un proceso de duelo mucho más difícil».
Tras su celebración en Madrid, las III Jornadas SEMPAL para Residentes Medicina Paliativa: un enfoque imprescindible recalarán el 15 de mayo en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza y el 7 de noviembre en Sevilla con un programa de contenidos común, pero con un panel docente adaptado a cada sede.