CNC lamenta que la rebaja de jornada vaya a limitar las horas extra y pide aumentarlas a 450 horas al año
Dice que las necesidades de vivienda justifican el alza y que las horas extra son voluntarias y se abonan «normalmente» a un precio mayor
La Confederación Nacional de la Construcción (CNC) ha lamentado que la reducción de la jornada vaya a limitar la realización de horas extraordinarias y ha pedido al Gobierno permitir alrededor de 450 horas extras al año en el sector, lo que supone «menos de dos al día», frente al límite actual de 80 horas anuales, para hacer frente a las necesidades de vivienda en España.
En un comunicado, el presidente de CNC, Pedro Fernández Alén, ha asegurado que si el Gobierno elevara las horas extra habría una mejora salarial de alrededor de 7.000 euros anuales. «Las horas extras son voluntarias para los trabajadores y normalmente se abonan a un precio mayor que las ordinarias», recuerdan.
En opinión del presidente de la patronal de la construcción, limitar las horas extra puede frenar la actividad constructora y agravar tanto la falta de trabajadores como los problemas de vivienda, dado que la reducción de jornada pone en entredicho la viabilidad de las obras al no haber trabajadores suficientes para ejecutarlas.
Por ello, considera que estas medidas «aleja» los objetivos en materia de vivienda e infraestructuras y constituyen «una amenaza» para la ejecución de los fondos europeos.
De igual manera, el presidente de la CNC recuerda que aumentar las horas extra podría aumentar la recaudación del Estado, tanto por la subida de las cotizaciones a la Seguridad Social como por las retenciones fiscales en concepto de IRPF.
Para CNC, incrementar las horas extra tendría ventajas tanto para la economía general como para un sector marcado por la falta de mano de obra y la necesidad de movilidad geográfica de los trabajadores, ya que en muchos casos los desplazamientos no resultarían rentables y condenaría al pluriempleo a los trabajadores para que puedan afrontar gastos extraordinarios o sobrevenidos.
Por ello, ha pedido al Gobierno acabar con esta «injerencia» en el diálogo social y centrar los esfuerzos en controlar la ejecución de las horas extraordinarias, su abono y su necesario reflejo en nómina y cotización.