El Gobierno inicia el proceso para declarar el puente Avenida de Irun, «referente para toda España», Lugar de Memoria
SAN SEBASTIÁN, 1
El Gobierno central ha iniciado el proceso para declarar como Lugar de Memoria Democrática el Puente Avenida de Irun, por su «significación histórica y simbólica», relacionada con la salida de miles de personas al inicio de la Guerra Civil y durante la dictadura, que lo convierten en «un referente de memoria para toda España», según ha destacado el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez.
El secretario de Estado de Memoria Democrática, la delegada del Gobierno en el País Vasco, Marisol Garmendia, y la alcaldesa de Irun, Cristina Laborda, han visitado este sábado el puente Avenida, después de que la Dirección General de Promoción de la Memoria Democrática haya adoptado, el pasado 27 de enero, el acuerdo de incoación de su declaración como Lugar de Memoria Democrática . Este acuerdo de incoación ha sido publicado ya, este pasado viernes, en el Boletín Oficial del Estado.
Durante la visita, el secretario de Estado ha explicado que el Gobierno central ha recogido la solicitud del Ayuntamiento de Irun, del 14 de junio de 2024, y «ha decidido incoar el procedimiento de declaración del puente Avenida como Lugar de Memoria Democrática, tal y como plantea la Ley de Memoria Democrática de octubre de 2022».
«En el puente Avenida de Irun se desarrollaron hechos de singular relevancia por su significación histórica y simbólica vinculados a la Memoria Democrática, especialmente referentes a la salida de miles de ciudadanos y ciudadanas al inicio de la guerra de España y durante la dictadura franquista: exilio, intercambio de prisioneros, etc., que hacen que este puente se convierta en un referente de Memoria para toda España», ha destacado Martínez.
El secretario de Estado ha remarcado la «función pedagógica» de los Lugares de Memoria porque, según ha indicado, «a las futuras generaciones hay que contarles qué es lo que ha pasado».
«Hay que conocer la verdad, hay que hacer la justicia, hay que hacer la reparación, pero fundamentalmente hay que crear garantías de que no se vuelvan a repetir los hechos traumáticos del pasado y esas garantías se contribuye a crearlas con lugares de memoria», ha señalado.
Así, ha recordado a los que también en la actualidad «tienen que cruzar muchos puentes, los éxodos, esos éxodos obligados que los grupos totalitarios o los países totalitarios están infringiendo a las poblaciones», con «cantidad de refugiados que tienen que salir como sea» de sus lugares.
Martínez ha asegurado que, una vez que se reciban los informes correspondientes de distintas instituciones en Euskadi, hará «la declaración formal» de Lugar de Momoria para el puente irunés y vendrá «en este mismo año», en que se conmemora «el 50º aniversario de España en libertad», a «poner la placa definitiva». «Nuestra voluntad es declarar cuanto antes y volver aquí para poner la placa definitiva», ha asegurado.
En palabras de Cristina Laborda, «no hay duda de que este mítico enclave nuestro es un bien patrimonial e histórico digno de ser Lugar de Memoria Democrática «.
«Siempre decimos que para que un pueblo no repita sus errores, es necesario que eche la mirada atrás, y esta declaración es un gran paso para cumplir con ese cometido, ya que es nuestra responsabilidad hacer pedagogía sobre ello para que nunca olvidamos las barbaries que se acometieron en el pasado y que, desgraciadamente, el puente Avenida fue testigo directo», ha subrayado.
Posteriormente, el secretario de Estado, la delegada del Gobierno y la alcaldesa de Irun, además de otras autoridades invitadas al acto, se han acercado al Centro de Interpretación del Bidasoa, que alberga recuerdos del puente Avenida junto con las asociaciones memorialistas de la ciudad que se han acercado al acto.
«PUERTA A LA LIBERTAD»
Según han explicado desde la Delegación del Gobierno, el puente Avenida, construido hace más de 100 años para facilitar el paso a Hendaya, «fue para todas las personas que huían de la barbarie del golpe de estado del año 1936 el paso que abría la puerta a la libertad, el espacio en el que muchos exiliados y exiliadas iniciaban una dura andadura escapando de las fuerzas franquistas, como aquellos miles de iruneses e irunesas que escaparon, cruzándolo, del fuego que asoló Irun el 4 de septiembre del año 1936».
Este paso fronterizo, con 112 metros de longitud, fue restaurado en 2020 por un importe de algo más de 2 millones de euros, en unos trabajos que consistieron en restaurar los elementos de la estructura metálica del puente y sustituir las piezas más deterioradas.