Bildu cree que el PNV tendrá «muy difícil» explicar su negativa a convalidar la tasa a las energéticas
El portavoz adjunto de Bildu en el Congreso, Oskar Matute, considera que el PNV tendrá «muy difícil» explicar a la ciudadanía su voto en contra a la convalidación de la tasa a las eléctricas que el Gobierno pactó con Bildu, ERC y BNG y que el Consejo de Ministros aprobará el próximo lunes como decreto ley.
Así lo ha expresado este sábado en una entrevista en el programa Parlamento de RNE, recogida por Europa Press, después de que este jueves, el Pleno del Congreso consiguiese tumbar la base legal del gravamen temporal energético con apoyo de PP, PNV y Junts.
Desde el Ejecutivo alcanzaron un acuerdo con ERC, Bildu y BNG para prorrogar ese gravamen y para ello el lunes se aprobará un decreto ley que entrará en vigor desde el 1 de enero. Pero ese decreto tendrá que ser convalidado por el Pleno del Congreso en el plazo de un mes, y en ese trámite el PNV y Junts ya han avanzado su rechazo.
«Cuando llegue a votación, otro partidos tendrán que explicar que por encima de la posibilidad de que todos tengamos unos mínimos de dignidad vital, están los intereses de los miembros de los de administración de las grandes empresas energéticas», ha incidido, un «trance», en palabras de Matute, que «no le desearía a nadie» porque considera que es «muy difícil de comprender y de entender».
LAS FORMAS DE HACER POLÍTICA
Sobre el voto conjunto de PNV, Junts y el PP en la reforma fiscal y si los populares han sabido encontrar una brecha en el bloque de investidura, el portavoz abertzale ha dicho que los de Alberto Núñez Feijóo «no han descubierto la rueda» sino que lo que han hecho ha sido «entender que en política actúan diferentes lógicas» como en este caso las diferencias entre la política de izquierdas y de derechas.
Durante la entrevista también ha sido preguntado por el cruce de reproches que se ha vivido esta semana entre PNV y Podemos, a pesar de que cree que «forma parte de las formas de hacer política», ha querido dejar claro que desde Bildu no quieren ser partícipes de un «intercambio de reproches continuo» con el que la ciudadanía «no se siente interpelada».
