Islandia castiga a los históricos conservadores con el triunfo electoral de la oposición socialdemócrata
La crisis de vivienda concede a la alianza de Kristrún Frostadottir su primer triunfo en 15 años
La oposición socialdemócrata de Islandia se ha alzado con la victoria en las elecciones parlamentarias anticipadas celebradas este pasado sábado en el país, cuyo resultado ha castigado duramente al bloque gobernante en medio de un escenario de crisis de vivienda en el país.
La Alianza Socialdemócrata (Samfylkingin), que lidera la economista Kristrún Frostadottir se ha hecho con 15 de los 63 escaños del Parlamento islandés al recabar un 20,8 por ciento de los votos, un asiento más que el conservador Partido de la Independencia del actual primer ministro, Bjarni Benediktsson (el 19,4 por ciento de votos, para un total de 14 escaños).
Aunque ha conseguido solo un escaño menos, el resultado de las elecciones representa un duro varapalo para un partido conservador, dominador tradicional de la política nacional, que ha visto como solo ha recibido una cuarta parte de los votos recibidos en las elecciones de 2021.
El reproche de la ciudadanía islandesa se ha extendido a los socios de coalición de Benediktsson: el centrista Partido Progresista recibió un 7,8 por ciento de apoyo, mientras que los Verdes de Izquierda se quedaron por debajo del umbral parlamentario del 5 por ciento, con un 2,3 por ciento, según las estimaciones de la radiotelevisión pública islandesa RUV.
Hay que recordar que ser el partido más votado en Islandia no concede al vencedor la oportunidad automática de formar gobierno y podría ocurrir que el próximo Ejecutivo podría acabar conformado sin la participación de ningún partido del gobierno previo, algo que ha ocurrido solo dos veces en la historia de la república, excluyendo gobiernos en minoría puntuales y de corto recorrido.
El también opositor Partido Liberal Reformista, que ocupa el tercer puesto con el 15,8% de los votos, coincide en gran medida con los socialdemócratas en una cooperación más estrecha con la Unión Europea y, de manera similar, promete imponer una tasa sobre los recursos en los sectores de la pesca y la energía. Se cree que es probable que el dúo intente formar una alianza, aunque posiblemente seguirán necesitando otros socios de coalición, según analistas de Bloomberg.
Frostadottir se ha mostrado enormemente escéptica sobre la posibilidad de llamar al Partido de la Independencia para formar gobierno. «Creo que muchas cosas van a tener que cambiar en ese partido si quieren que hablemos con ellos», ha manifestado esta pasada madrugada electoral, una victoria socialdemócrata que no ocurría desde 2009.