Argelia acusa al escritor franco argelino Boualem Sansal de «socavar la integridad» del Estado
Las autoridades de Argelia han acusado al escritor franco argelino Boualem Sansal, detenido en el aeropuerto de Argel a su regreso de Francia, de «socavar la integridad del territorio nacional» tras realizar unos polémicos comentarios sobre la colonización del país.
La Fiscalía Antiterrorista de Argel interrogó al escritor antes de que fuera detenido el pasado 16 de noviembre en el aeropuerto por miembros de la Dirección General de Seguridad Interior de Argelia (DGSI) y fuera puesto en prisión preventiva.
«Se encuentra bien de salud. Ha apelado su orden de detención», ha explicado una fuente judicial sobre Sansal, que permanece encarcelado en la prisión de Koléa, al oeste de la capital, Argel, según ha recogido el diario francés Le Monde .
Sansal ha sido acusado en virtud del artículo 87 del Código Penal, que comprende «actos terroristas o subversivos contra la seguridad del Estado, la integridad del territorio y la estabilidad y el normal funcionamiento de las instituciones», por lo que el escritor se enfrenta a una posible condena de cadena perpetua.
Su detención, envuelta en un halo de secretismo, fue confirmada de forma indirecta por la agencia de noticias estatal APS, que calificó en un artículo al escritor de «pseudointelectual venerado por la extrema derecha francesa», si bien ni el Gobierno argelino ni el francés se han pronunciado al respecto.
La ministra delegada encargada de los franceses en el exterior, Sophie Primas, ha asegurado este martes ante la Asamblea Nacional al ser preguntada por el caso que «la diplomacia necesita discreción para actuar». «En este momento, no puedo decirles más», ha agregado.
Sansal alerta en una de sus novelas, 2084. El fin del mundo , sobre los peligros del islamismo poniendo como ejemplo el imaginado imperio del Abistan, donde un régimen totalitario tiene como emblemas la sumisión a un dios único y la amnesia colectiva.
Las relaciones entre Argelia y Francia no pasan por buen momento desde que París reconociera la soberanía marroquí del territorio del Sáhara Occidental, un paso que llevó incluso a que Argel rebajara las relaciones diplomáticas al nivel de encargado de negocios y retirara a su embajador en represalia.