La semFYC pide a la Administración impulsar medidas de alfabetización en salud para distintos grupos poblacionales
La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) ha llamado a la Administración, en el marco de su XLIV Congreso, a impulsar medidas urgentes y específicas de alfabetización en salud dirigidas a distintos grupos poblaciones, con el objetivo de aliviar la presión sobre el sistema sanitario, que «no se ha contenido» tras la pandemia de Covid-19 y puede verse incrementada.
Este plan de alfabetización en salud propuesto por la semFYC incluye desde campañas de prevención y autocuidado hasta la inclusión de asignaturas de salud en los currículos educativos de primaria y secundaria. En este sentido, la semFYC ha sugerido la implementación de campañas de comunicación masiva para educar a la población en prácticas de autocuidado clínico y el desarrollo de competencias para el manejo de enfermedades crónicas en los hogares.
Desde la semFYC han señalado que se está produciendo un incremento en la frecuentación de consultas programadas por parte de población adolescente y joven que pone de manifiesto la necesidad de poner en marcha acciones que promuevan la autogestión de la salud y el uso responsable de los recursos sanitarios. En concreto, entre 2014 y 2023, la frecuentación en el grupo de 15 a 19 años ha aumentado un 15 por ciento y, entre los que tienen 20 y 24, un 16 por ciento. Esto supone que el nivel de uso se ha mantenido «alto» incluso después de la pandemia.
«Es fundamental avanzar en estrategias de alfabetización en salud que empoderen a los jóvenes y les proporcionen herramientas para gestionar su bienestar de forma proactiva, evitando una carga innecesaria en los servicios de Atención Primaria», ha señalado la presidenta de la semFYC, Remedios Martín.
CAMBIOS PARA ATENDER A UNA POBLACIÓN MÁS ENVEJECIDA
Con la entrada inminente de los primeros miembros de la generación del baby boom en la franja de los 60 años, la semFYC ha advertido de que la demanda de servicios de Atención Primaria (AP) se verá «notablemente incrementada» debido al aumento de enfermedades crónicas y patologías asociadas a la edad.
Las proyecciones de población del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que, para el año 2030, el grupo de personas mayores de 65 años representará el 30 por ciento de la población en España. Según la semFYC, desde 2008 la frecuentación en el grupo de 60-64 años ha aumentado un 39 por ciento, y en el de 55-59 años un 55 por ciento. Esta tendencia invita a pensar que las consultas en Medicina de Familia y Enfermería se incrementarán proporcionalmente en este segmento para 2030.
Para la presidenta de la semFYC, el futuro de la AP requiere pasar de un enfoque médico-centrico a un modelo de trabajo multidisciplinar en el que el médico de familia desempeñe un rol de coordinador, el enfermero se centre en la prevención y manejo de pacientes crónicos estables, y el personal administrativo facilite la gestión de citas y la optimización de recursos.
Para que este modelo funcione de forma óptima, la semFYC ha abogado por una financiación finalista que permita la distribución adecuada de recursos en función de las necesidades reales de la población. «Este cambio de modelo no solo debe implicar un reajuste en la forma de trabajar, sino también una reconfiguración estructural y financiera que garantice la sostenibilidad del sistema», ha apuntado la Sociedad.
EL CRECIMIENTO EXPONENCIAL DE LOS MAYORES DE 90 AÑOS
El crecimiento acelerado de la población de más de 90 años representa otro reto importante para el sistema sanitario. En la actualidad, la Medicina de Familia y Comunitaria está al frente de la atención a pacientes con pluripatología compleja, multimorbilidad y fragilidad, condiciones que requieren un seguimiento continuado y adaptado a sus necesidades específicas.
Las proyecciones del INE muestran que esta franja de edad es una de las que más crece, lo que lleva a un aumento exponencial de la demanda asistencial para personas en situación de alta dependencia y vulnerabilidad clínica.
«Nuestros médicos de familia son los principales responsables de atender a muchos de estos pacientes, que presentan pluripatologías y fragilidad, y coordinamos con el resto de profesionales sanitarios la atención que necesitan. Este incremento en la población longeva nos exige repensar los recursos y reforzar los servicios de atención domiciliaria y el acceso a cuidados paliativos especializados», han explicado desde la sociedad médica.