Pediatras recomiendan evitar la separación de los niños de sus padres por las inundaciones de la DANA
Los comités de Salud Mental y Salud Medioambiental de la Asociación Española de Pediatría (AEP) han recomendado evitar la separación de los niños de sus padres o principales cuidadores por las inundaciones provocadas por la DANA siempre que sea posible, pues muchas familias han decidido que sus hijos pasen unos días con familiares en otras zonas no afectadas por el temporal.
«El contacto físico y emocional con los padres es una de las intervenciones más efectivas para reducir el impacto de una situación traumática. Los niños se sienten más seguros, y esto permite retomar las rutinas diarias, que son clave para restablecer un sentido de normalidad», ha explicado la coordinadora del Comité de Salud Mental de la AEP, la doctora Paula Armero.
En base a ello, la organización ha enumerado una serie de casos en los que sí es razonable un realojo temporal, dando también recomendaciones específicas para padres y cuidadores, basándose siempre en la «revisión de la evidencia científica disponible sobre la importancia de la unidad familiar en situaciones de emergencia y catástrofe».
El coordinador del Comité de Salud Medioambiental de la AEP, el doctor Juan Antonio Ortega, ha manifestado que, en caso de realojamiento, es «fundamental» que los padres mantengan un contacto regular y frecuente siempre que sea posible para «minimizar» el impacto emocional de la separación.
«El enfoque en el mantenimiento de la unidad familiar respeta el principio de no separación innecesaria, promueve la reunificación rápida y se alinea con las mejores prácticas de apoyo psicosocial en emergencias siguiendo las recomendaciones internacionales, como las de UNICEF y la Cruz Roja, que subrayan la importancia de mantener a los niños con sus cuidadores primarios siempre que sea posible, ya que esto ayuda a reducir el impacto emocional del desastre y favorece la recuperación», ha subrayado Ortega.
La primera recomendación para el realojo es la inhabitabilidad del hogar, pues la falta de acceso a servicios esenciales, como el agua potable, la calefacción o los alimentos, es una «razón válida» para considerar el traslado de los niños a una residencia temporal que les pueda proporcionar estas necesidades básicas.
En caso de que el menor sufra de una enfermedad crónica o una condición especial, como pueden ser el tratamiento oncológico, inmunosupresor o tener alguna discapacidad, el hecho de enviarlos a un entorno seguro en casa de familiares «puede reducir los riesgos asociados a la contaminación del agua y el moho».
Mandar a los niños pequeños a pasar unos días con familiares cercanos también les puede ayudar a reducir el estrés y facilitar una regulación emocional, pues el «caos de limpiar y reparar la casa puede ser abrumador para los niños de menor edad».
Si los propios padres también están afectados emocionalmente por una situación en la que se encuentran lidiando con pérdidas materiales y personales, «permitir que los niños pasen unos días con familiares puede influir en la regulación y gestión emocional de la unidad familiar».
Es por ello por lo que la organización ha expresado que la decisión más fácil es enviar a estos niños a casas de familiares y redes de apoyo de amigos que estén «dispuestos y capacitados» para acogerlos temporalmente, especialmente si estos tienen previamente una relación «cercana y estable».
Si al final se opta por el realojo, es recomendable tomar medidas para no interrumpir las rutinas y proteger el vínculo de apego, por lo que se le debe ayudar a comprender por qué se está tomando la decisión, al mismo tiempo que se mantiene el contacto a través de llamadas y videollamadas diarias, asegurándose de que la separación «sea lo más breve posible».