Buenaventura defiende la «absoluta independencia» de la CNMV y su papel para dinamizar los mercados
Remarca la «extraordinaria calidad técnica y humana» de los equipos de la CNMV
El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, ha defendido este viernes, a escasas semanas de dejar el cargo, la «absoluta independencia» del organismo y su papel para dinamizar los mercados financieros españoles.
Así lo ha expresado en la intervención inaugural de la jornada de conmemoración del 35º aniversario de la CNMV, que ha sido a su vez su primera alocución pública tras conocerse ayer que no seguirá al frente del supervisor bursátil español y que será nombrado secretario general de la Organización Internacional de Comisiones de Valores (Iosco, por sus siglas en inglés).
Precisamente, en el evento ha participado el presidente de Iosco, Jean-Paul Servais, quien ha destacado en su discurso que la CNMV ha hecho «grandes aportaciones» al ámbito internacional y a Iosco, en tanto que también ha resaltado las «capacidades excepcionales» de Buenaventura como sucesor suyo al frente de la organización.
Buenaventura, ha remarcado con motivo del aniversario de la CNMV la «extraordinaria calidad técnica y humana» de los equipos del organismo y que, a su juicio, ha sido la clave del éxito de la institución a lo largo de los años.
En esa línea, ha incidido en el rigor y la profesionalidad de la institución en pos de un criterio de «absoluta independencia», si bien ha recordado que la CNMV también está sujeta, como debe ser, a un «escrutinio exigente».
En paralelo, ha recordado que la CNMV nació a finales de 1988 con apenas 15 trabajadores, de los que sólo uno era de perfil técnico, mientras que ahora su fuerza laboral supera los cuatrocientos empleados -también ha subrayado que este año la entidad ha llevado a cabo la mayor oferta pública de empleo de su historia- y que un «55% de ellos son mujeres».
Sobre la labor externa de la CNMV, Buenaventura ha puesto el foco en que han querido ser activos en la creación de un ecosistema de cooperación internacional, y ha avisado sobre la necesidad de colaborar con actores internacionales, al recordar que el 80% de las labores de la CNMV está afectado por normativas internacionales.
«Hemos aprendido muchas cosas en 35 años, muchas veces mediante sustos y crisis», ha proseguido el jefe saliente de la CNMV, para incidir en que los mercados acaban poniendo a todos en su sitio y en que es fundamental basar las respuestas en datos y vivencias.
Ligado a esto, ha subrayado que una de las más notables metas de la CNMV es la protección del inversor y, especialmente, del inversor minorista.
Por otra parte, y como ha venido siendo habitual en sus intervenciones públicas, Buenaventura ha referido la importancia de abordar el «reto mayúsculo» de revitalizar los mercados financieros, pues las soluciones «no son simples» y requieren de enfoques regulatorios, tanto nacionales como internacionales, así como fiscales y didácticos.
«La idea es que los ahorradores se conviertan en inversores», ha esbozado, para obtener un mercado más líquido y profundo, un elemento que ha valorado como fundamental, mientras que ha recordado que siempre han estado abiertos al capital exterior.
Siguiendo con los retos pendientes, Buenaventura ha mencionado aspectos como la innovación tecnológica y la implementación de la Inteligencia Artificial (IA) en la labor ordinaria de la CNMV, así como la llegada de nuevas regulaciones como el reglamento MiCA, que afecta a las criptomonedas.
PRODUCTOS CLÁSICOS VS. CRIPTOACTIVOS
«No hay que confundir regulación con seguridad financiera», ha comentado sobre este punto, para seguidamente argumentar que los productos clásicos seguirán siendo más seguros que los criptoactivos a partir de 2025, año en el que entrará plenamente en vigor la normativa.
«Mucho ánimo y acierto en lo que nos queda por cubrir», ha remachado en su primer discurso de salida del organismo.
