Investigadores obtienen polvo soluble de la cáscara del café con «potencial» de reducir el riesgo de patologías crónicas
Un equipo de investigadores del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL) y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha obtenido polvos solubles a partir de la pulpa deshidratada de las cáscaras del café, que tiene el «potencial» de reducir el riesgo de patologías crónicas, todo ello debido a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
«El estudio demuestra la validez de un método muy extendido en la industria alimentaria para preparar un producto con potenciales beneficios para la salud, ya que porta polifenoles antioxidantes y antiinflamatorios», ha explicado la investigadora del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (UAM-CSIC) Dolores del Castillo.
Tras ello, ha afirmado que el proceso de secado de aspersión, método que han usado para conseguir estos polvos, tiene un «un impacto ambiental menor que la liofilización», y que además es «menos costoso», por lo que se puede aplicar de forma más sencilla en los países productores de café, según un comunicado del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Estos polvos solubles pueden ser usados como ingrediente en comidas y bebidas instantáneas, además de como suplemento alimenticio, debido a su sabor «con notas frutales y herbáceas», diferente a las bebidas de café elaboradas a partir de granos tostados.
«La harina que se puede fabricar con este producto podría usarse, por ejemplo, en la elaboración de panes libres de gluten para celíacos», ha indicado Del Castillo, cuyo equipo publica los detalles de este desarrollo en la revista Foods .
Los investigadores también han apuntado a que pueden servir de alternativa para las personas sensibles a la cafeína o metabolismo lento, pues sus niveles de cafeína son más bajos que otros productos basados en granos de café tostados.
«El análisis preliminar de las preferencias de los consumidores que hemos llevado a cabo en el marco de este estudio respalda su intención de compra y el potencial de este producto en el mercado. El producto tiene margen de mejora sensorial y funcional, estamos trabajando en el ello», ha añadido Del Castillo.
La científica ha detallado que el objetivo de la investigación es «contribuir a la sostenibilidad de la industria del café», pues se le da una «segunda vida» a los residuos del café y se reduce la contaminación, y aumentar la comprensión sobre el potencial de los «nuevos alimentos recientemente autorizados», como la pulpa seca de cereza de café madura, en materia sanitaria.
En ese sentido, ha afirmado que el 90 por ciento de la cáscara del café se deshecha antes de llegar a la taza del desayuno, por lo que buscar nuevas aplicaciones a estos desechos es «de gran importancia para combatir el hambre, aumentar los ingresos y mejorar la seguridad alimentaria en los países más pobres».