Currin aboga por acelerar la «reintegración» de presos de ETA, por su «correlación directa» con la convivencia

Azkarraga insta a la AN a «no perder el tiempo interesadamente» en el nuevo cómputo de penas a reclusos de la banda terrorista

SAN SEBASTIÁN, 26

El abogado sudafricano y mediador en conflictos Brian Currin ha abogado por acelerar el proceso de reintegración de los presos de ETA, ya que hay «una correlación directa entre reinserción y convivencia en el País Vasco».

Currin, que no ha podido asistir a la Conferencia Paz. Resolución. Convivencia. organizada por la red ciudadana Sare en su décimo aniversario en San Sebastián, como estaba previsto, por motivos personales, ha reflexionado en un vídeo visionado en el evento sobre la «liberación temprana de presos políticos», un tema «polémico y emotivo», y ha puesto en valor «la evolución y cambio totalmente inspiradores» del País Vasco en los últimos años.

A este foro han asistido respresentantes políticos como el parlamentario del PNV Xabier Barandiaran, el secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, el representante de EH Bildu, Juan Karlos Izagirre, entre otros; representantes sindicales como Txomin Lasa de ELA; Joseba Azkarraga de Sare; el director de la Cátedra Unesco de Derechos Humanos y Poderes Públicos de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), Jon Mirena Landa; Laura Pego del Instituto Vasco de Criminología; la republicana irlandesa Martina Anderson, exmienbro de la Asamblea Legislativa de Irlanda del Norte, o el expreso de ETA José Antonio López Ruiz Kubati , entre otros.

Currin ha subrayado que el proceso de paz «en marcha» en Euskadi requiere de «una gestión minuciosa de un legado de conflicto violento que es extremadamente doloroso y difícil», en el que no se debe de olvidar a las víctimas de las violencias, «ya sea de ETA o de violaciones de Derechos Humanos perpetradas por el Estado».

A su juicio, «las víctimas deben sentir un profundo nivel de empatía de la sociedad y el reconocimiento de su sufrimiento». Currin ha señalado que el Gobierno vasco «tal vez quiera considerar la posibilidad de declarar un día festivo especial anualmente para reflexionar sobre los legados del pasado, recordar a las víctimas que murieron y sufrieron y para celebrar las medidas de reconciliación que ya se han adoptado y comprometerse con nuevas medidas de reconciliación que se adoptarán», pero «sólo tendrá éxito si se hace con un espíritu de coexistencia».

Por otro lado, ha aplaudido «los pasos dados» para acabar con la «cruel herramienta de la política de dispersión y distanciamiento» aplicada a los presos de ETA, así como «los relacionados con el encarcelamiento continuado de presos que llevan mucho tiempo encerrados», en alusión sin citarla a la reciente reforma legal que permite convalidar los cumplimientos de condena fuera de España, que «son consecuencia directa de las movilizaciones de la sociedad civil y de la cooperación entre partidos políticos y gobiernos».

A su juicio, el «desafío simultáneo» que supone «la reintegración de los presos a la sociedad» será «también un proyecto colaborativo entre la sociedad civil, partidos políticos y Gobierno Vasco». Tras recordar que, según la ONU, «la reintegración de los prisioneros es crucial en un contexto de consolidación de la paz, puesto que contribuye a la estabilidad social, reconciliación y prevención de futuros conflictos».

Currin ha destacado los «avances logrados», pero también los «obstáculos y desafíos en materia de reintegración», como la «lentitud del proceso, un problema que hay que resolver», porque «hay una correlación directa entre reinserción y convivencia en el País Vasco».

Así, ha abogado por «adaptar» la política penitenciaria y el proceso de reinserción «a la nueva realidad de paz, estabilidad y democracia», de forma que sean «herramientas para la reconstrucción, conviviencia y reconciliación». Tras destacar «los pasos que los presos están dando en ese camino de reconciliación y reintegración social», Currin les ha alentado a «continuar», siendo «agentes activos en la curación de las heridas de las víctimas de la violencia y de la sociedad en su conjunto».

«Toda la sociedad debe participar en este desafío», para que «las consecuencias de años de violencia y conflicto no sigan siendo un doloroso forúnculo intacto, con el potencial de propagar su infección por todo el País Vasco». Para Currin ello se puede lograr si partidos políticos, gobiernos, sociedad civil y grupos sociales «colaboran y trabajan vigorosamente en sus soluciones juntos».

Por su parte, Anderson ha aplaudido la reciente reforma de ley que puede convalidar las penas de los condenados en el extranjero y los presos de ETA, que «afectará a 40 de 120 presos políticos vascos», aunque «la verdadera reconciliación requiere de algo más que cambios legales».

En este sentido, ha señalado que «en el País Vasco, como en Irlanda, hay diferentes relatos sobre el pasado y mucho daño y dolor». A su juicio, «esas experiencias no deberían limitar las oportunidades de lograr un futuro mejor y más brillante». «Nuestras luchas forman parte de un proceso inherente de cambio que busca la reconciliación, la igualdad y la justicia», ha defendido.

Tras reconocer que «el camino hacia la paz no es fácil, pero es posible», ha recordado que «no existe el monopolio del sufrimiento» y «el camino de la reconciliación, reparación y respetuo mutuo es un gran desafío» en el que hay que «comprender el dolor y sufrimiento y pena».

Además, ha recordado que la «excarcelación de presos fue especialmente dura en Irlanda sobre todo para quienes perdieron a seres queridos», pero se debe «reconocer la aportación» de esos exreclusos en la «construcción y mantenimiento de la paz tras su excarcelación».

En este contexto, ha defendido medidas «inclusivas» para este colectivo, que incluyan «abordar las consecuencias físicas y psicológicas de un encarcelamiento prolongado en muy duras condiciones» y crear «estructuras de apoyo tanto para expresos como para sus familias».

Asimismo, ha reivindicado que el «derecho de los expresos a regresar a sus hogares y reconstruir sus familias debe de ser foco de cualquier proceso de paz» y toda «paz justa y duradera requiere abordar las heridas profundas causadas por el conflicto». «La reconciliación no es solo una necesidad política, es un imperativo moral», ha señalado, para añadir que «es una carretera de doble circulación que hay que recorrer con respeto y comprensión».

PETICIONES DE SARE

Por su parte, desde Sare su portavoz Joseba Azkarraga ha realizado un llamamiento a la Audiencia Nacional a que «no pierda el tiempo de manera interesada» cuando los presos de ETA vayan a acogerse a la modificación de la Ley 7 de 2014 sobre cómputo de penas, «porque cada día que pasa hay muchos presos que siguen cumpliendo condena por encima de la impuesta por los tribunales».

«Es una responsabilidad de ellos que no utilice arteramente el poder que tiene la Audiencia Nacional para impedir el desarrollo de ese cómputo de penas», ha advertido.

Asimismo, ha señalado que la citada modificación legislativa posibilitará que «un número relativamente importante de presos y presas, que han cumplido las dos terceras partes o tres cuartas partes de su condena, puedan progresar a tercer grado penitenciario y a la libertad condicional». En este sentido, ha pedido al Gobierno Vasco también que «agilice ese tipo de situaciones», porque «llevamos mucho tiempo perdido y cada día que se pierde es una vulneración de los derechos de estos presos y presas».

«Esperamos que las cosas vayan con normalidad y que lo que se ha tardado 10 años en solucionar, pues no se tarde también mucho tiempo en llevarlo a la práctica», ha confiado.

Por último, ha indicado que «este año 2024 habría siete presos que prácticamente con la aplicación del cómputo deberían estar ya en casa» y que «llevan una propina en el cumplimiento de las penas».