El PSOE pide elaborar una norma específica que advierta sobre los riesgos del consumo de bebidas energéticas
El Grupo Parlamentario Socialista ha registrado una Proposición no de Ley (PNL) para debatir en el Pleno del Congreso de los Diputados la elaboración de una norma específica sobre las bebidas energéticas, que advierta sobre los riesgos de su consumo, incluya su definición y regule sus ingredientes y su concentración máxima, en línea con lo que han hecho otros países europeos como Alemania o Dinamarca.
La propuesta de los socialistas está basada en el Informe del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) sobre los riesgos asociados al consumo de bebidas energéticas, aprobado en 2021. El documento concluye que este tipo de bebidas no deben estar recomendadas en niños, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, que debe mejorarse la información al consumidor, promoverse la moderación en su consumo y evitar conductas de riesgo, como su combinación con alcohol.
A este respecto, el Grupo Socialista ha propuesto a su vez llevar a cabo programas de educación y comunicación para aumentar el conocimiento de la población, mejorar la percepción del riesgo y minimizar los posibles riesgos asociados al consumo excesivo de estas bebidas, tanto solas como combinadas con alcohol. En concreto, ha instado a prestar atención a su ingesta en niños y adolescentes.
Así, la iniciativa se apoya en las consecuencias contrastadas del consumo excesivo de bebidas energéticas, indicando que «se asocia a la aparición de obesidad, sobredosis de cafeína, hipertensión, pérdida de masa ósea, osteoporosis y enfermedades cardiovasculares, además de producir efectos secundarios como palpitaciones, insomnio, náuseas o vómitos». También alerta del gran porcentaje de cafeína y azúcar que contienen y de ingredientes como taurina, glucuronolactona o ginseng, entre otros.
En cuanto a su consumo por adolescentes, hace referencia a los datos de la Encuesta sobre el uso de drogas en Enseñanzas secundarias (ESTUDES), que recoge que el 47,7 por ciento de los estudiantes de entre 14 a 18 años había tomado bebidas de este tipo en los últimos 30 días. Igualmente, se apunta que el 19,5 por ciento de los estudiantes de 16 a 18 años había mezclado alcohol con este tipo de bebidas en el último mes.
Sobre su consumo combinado con alcohol, la PNL refleja la evidencia científica que demuestra que esta mezcla conduce a estados subjetivos alterados, disminuye la percepción de intoxicación y aumenta tanto la estimulación como el deseo de beber o el consumo de alcohol en comparación con el consumo de alcohol sin mezcla.
Por último, los socialistas han reclamado promover el cumplimiento del compromiso de la industria en la comercialización de envases no superiores a 250 ml, a fin de moderar la exposición a los componentes psicoactivos de estas bebidas.