La determinación de las mutaciones BRAF mejora el tratamiento y pronóstico del cáncer, según experto
El doctor del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario La Paz de Madrid Enrique Espinosa ha resaltado la importancia de determinar la mutación BRAF lo antes posible, antes de iniciarse la primera línea de tratamiento, ya que «permite obtener información del pronóstico y diseñar la estrategia de tratamiento más adecuada incluyendo los tratamientos específicos disponibles».
Así lo ha explicado Espinosa durante el simposio ¿Existe un tratamiento común para los tumores BRAF? , organizado por los laboratorios Pierre Fabre en el marco del Congreso de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM 2024), celebrado en Madrid.
En concreto, durante el encuentro se ha destacado la importancia de determinar la mutación BRAF en el melanoma (presente en el 50 por ciento de los casos), en el cáncer colorrectal (8%) y en el de pulmón (3%) con el fin de poder implantar la estrategia terapéutica más eficaz.
Además, se ha puesto de manifiesto que en el 90 por ciento de los casos de mutación BRAF en el melanoma y en el cáncer colorrectal son del tipo V600E, lo que evidencia la importancia del desarrollo de inhibidores específicos que permitan personalizar el tratamiento.
En concreto, durante el encuentro se ha hecho especial alusión al melanoma, uno de los tumores cuya incidencia más rápidamente ha aumentado en los últimos años y en los que está muy presente este tipo de mutación y para lo cual se necesitan estrategias terapéuticas personalizadas.
«El tratamiento con terapia dirigida, mediante la combinación de un inhibidor de BRAF y un inhibidor de MEK, permite reducir la carga tumoral en la mayoría de los pacientes y lo hace rápidamente, por tanto, es fundamental conocer el estado de la mutación en todos los casos de melanoma avanzado», ha indicado Espinosa.
No obstante, y llegado el momento de elegir entre un tipo de terapia dirigida e inmunoterapia en el melanoma avanzado con mutación BRAF, el doctor ha comentado que esta elección depende de varios factores como, por ejemplo, la carga tumoral, la presencia de síntomas, el tratamiento adyuvante que se haya podido recibir previamente y la comorbilidad.
Por otro lado, durante el simposio la jefa de Sección del Servicio de Oncología del Hospital Universitario Vall d Hebrón de Barcelona, Enriqueta Felip, ha informado de que las guías internacionales y locales, como las de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas en inglés) recomiendan la determinación de la mutación BRAF en pacientes con cáncer de pulmón no microcítico (CPCNP) en estadio metastásico.
«Esto se debe a la disponibilidad de terapias dirigidas a mutaciones específicas, como los inhibidores de BRAF en combinación con inhibidores de MEK, que pueden mejorar significativamente los resultados clínicos. Sin embargo, aunque esta prueba genética es esencial para personalizar el tratamiento de los pacientes con CPCNP avanzado, no siempre está disponible en todos los centros, lo cual subraya la necesidad de su implementación», ha relatado Felip.
Finalmente, en el simposio se ha insistido en la necesidad de desarrollar nuevas estrategias de tratamientos que aborden cada una de estas patologías, así como de investigar con estos inhibidores para casuísticas más concretas como metástasis cerebrales y tratamientos en primera línea.