BBVA cumple 25 años de su fusión con Argentaria con la OPA con Sabadell de fondo
BBVA celebra este 18 de octubre el 25 aniversario del anuncio de fusión entre BBV y Argentaria, en un contexto marcado por la operación que el banco quiere realizar ahora para seguir ganando escala y negocio: la OPA con Sabadell.
Fue el 18 de octubre de 1999 cuando los presidentes del entonces Banco Bilbao Vizcaya (BBV), Emilio Ybarra, y el de Argentaria, Francisco González, anunciaron un acuerdo para fusionar ambas entidades, creando el «primer grupo bancario español por capitalización y resultados», según rezaba la nota de prensa que remitieron por aquel entonces a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
También resaltaba ya la «muy destacada posición» que iba a adquirir en el sector bancario de la eurozona, la diversificación geográfica que supondría para ambas entidades y la posición de mercado que ganaría en las regiones donde estaba.
La fusión, que culminó en enero de 2001, supuso una de las grandes operaciones del sistema financiero español, tras la que realizaron Banco Santander y el Banco Central Hispano, que dio lugar al BSCH.
El proyecto se anunció como una «fusión entre iguales» y se realizó a través de una oferta de canje por la que se entragaban cinco acciones de nueva emisión de BBVA por tres de Argentaria. Se acordó mantener la sede social en Bilbao y tener dos sedes operativas, una en Madrid y la otra en la ciudad vasca, manteniendo así el lazo que BBV tenía con la región, al ser la unión de dos bancos vascos: el Banco Bilbao y el Banco Vizcaya.
La estructura de gobierno que se pactó consistía en una copresidencia entre Emilio Ybarra y Francisco González y un consejo de administración compuesto por 19 consejeros de BBV y 14 de Argentaria, entidad conformada por varias entidades públicas y que fue paulatinamente privatizándose, durante los gobiernos de Felipe González y José María Aznar.
«GRAN SENTIDO ESTRATÉGICO»
Bajo el epígrafe de «gran sentido estratégico», el acuerdo de fusión –operación que culminaría en 2001, mismo año en el que FG asumió en solitario la presidencia del banco– presentaba un proyecto donde se combinaban «dos de las instituciones más relevantes del sistema financiero español» con el objetivo de convertirse en «un proyecto de reconocido peso en la nueva Europa del euro». Conviene recordar que la llegada del euro se produjo en enero de 2001, dejando atrás el uso de la peseta.
«BBVA se orientará hacia mercados que cuentan con una mayor capacidad de crecimiento y que exigen entidades que puedan presentarse como líderes en innovación, en productos y en servicios», esgrimía el anuncio, antes de señalar la prioridad que tendrían las regiones de Europa del Sur y América Latina en los planes a futuro de la entidad.
OPA SOBRE SABADELL
Este aniversario contrasta con la situación de la OPA de carácter hostil que BBVA quiere lanzar sobre Banco Sabadell, tras haber intentado un acuerdo amistoso para fusionar ambas entidades. Ya a finales de 2020, ambas entidades mantuvieron negociaciones para fusionarse, si bien finalmente no llegaron a un acuerdo por la ecuación de canje.
A finales de abril, BBVA volvía a intentar esta operación, que pretende fusionar dos de los mayores bancos españoles y que para la entidad –ahora presidida por Carlos Torres– tiene un «sentido estratégico». Tras presentar su oferta al consejo de administración de Banco Sabadell, la entidad catalana decidía rechazarla al considerar que puede generar más valor en solitario para los accionistas y que la oferta de BBVA infravaloraba su proyecto.
Esto llevó al BBVA a lanzar una OPA hostil en la que trasladaba a los accionistas de Sabadell la misma oferta que había realizado al consejo, al considerarla «muy atractiva», y con el objetivo último de fusionar ambas entidades con la vista puesta en ganar peso en el mercado de pymes en España, un negocio donde Sabadell destaca especialmente.
Después de conseguir el visto bueno de su junta de accionistas y del Banco Central Europeo (BCE), BBVA está ahora a la espera de recibir la autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), pero especialmente de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) sobre el proyecto, así como de la postura que ha tomado el Gobierno que, desde el primer momento, se ha opuesto a la operación.