Grande-Marlaska advierte del riesgo de «romantizar el dolor» ante la violencia del terrorismo

PAMPLONA, 17

El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha advertido de que el terrorismo «se aprovecha de los espacios de libertad para difundir su discursos y sus amenazas a la sociedad». Ha alertado, asimismo, de que se ha producido una «mimetización de la violencia» que «ha permeado en la sociedad hasta hacernos inmunes e incluso romantizar el dolor». Frente a ello, ha destacado el papel de los periodistas en la «deslegitimación del terrorismo».

Grande-Marlaska ha participado este jueves en Pamplona en la inauguración de la III Jornada Contra el Terror: las historias detrás de las historias , organizada por la Universidad de Navarra, la Fundación de Víctimas del Terrorismo y el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, que se ha celebrado en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra.

El acto ha contado con la asistencia, entre otros representantes, de la vicepresidenta segunda y consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera del Gobierno de Navarra, Ana Ollo; y la delegada del Gobierno, Alicia Echeverría. También Juan Benito, presidente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo; Carlos Jesús; Florencio Domínguez, director del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo; Carlos Jesús Moreno, jefe superior-comisario de la Policía Nacional; y Jesús Miguel Barbero, coronel-jefe de zona de Navarra de la Guardia Civil.

Al inicio de sus discurso, el ministro ha llamado a «recordar para no repetir, para educar y para que la construcción de los valores que nos hacen una sociedad libre no queden aparcados». Ha expresado su «enorme alegría» de compartir el inicio de estas jornadas con los «futuros periodistas». «Nadie mejor que vosotros para comprender la enorme responsabilidad de ejercer con honestidad y rigor la profesión de periodista», ha remarcado.

El ministro ha resaltado que los medios de comunicación y las redes sociales son «un poderosísimo altavoz, con todo lo que ello conlleva, con los beneficios y fortalezas de hacer llegar un mensaje a una audiencia global, pero implica importantes riesgos». «Por esas amenazas, que no podemos obviar, son importantes iniciativas como esta jornada para contar el terror», ha subrayado.

«Todos creo que tenemos claro que el terrorismo es el mayor enemigo de la libertad y se aprovecha de los espacios de libertad para difundir su discursos y sus amenazas a la sociedad», ha advertido Grande-Marlaska, quien ha explicado que los terroristas «recurren a diferentes estrategias para multiplicar los efectos propagandísticos de sus acciones».

Por ello, los periodistas deben «ejercer el trabajo sin convertirse involuntariamente en canales de difusión de los violentos y sus discursos de odio». «Hay que explicar el terrorismo pero sin que se convierta en una justificación de esa acción criminal», ha manifestado.

Así, ha dicho a los alumnos que son «los primeros interesados en desarrollar una profesión que respete los valores democráticos» y ha indicado que los códigos deontológicos son «clave para un ejercicio responsable de la actividad».

Ha incidido en la necesidad de remarcar la «inocencia de todas las víctimas», «no proporcionar datos que sirvan a los terroristas» ni «utilizar un lenguaje mimético con los violentos». A este respecto, ha advertido de una «mimetización de la violencia» que «ha permeado en la sociedad hasta hacernos inmunes e incluso romantizar el dolor». Ha defendido que la presencia de las víctimas en los medios de comunicación «es una herramienta muy valiosa para acabar con esa tentación y ahondar en la deslegitimación del terrorismo».

Grande-Marlaska ha explicado que la estrategia nacional contra el terrorismo «aboga por promover el testimonio de las víctimas como instrumento de prevención contra la radicalización». «El valor ético de su testimonio fomenta la empatía y sirve para combatir el discurso de odio», ha recalcado. También ha puesto en valor el proyecto Memoria y Prevención del Terrorismo del Ministerio del Interior para concienciar a estudiantes de Secundaria y Bachillerato sobre «las terribles consecuencias del terrorismo».