La jueza archiva la causa por el hundimiento del pesquero Vilaboa Uno al no hallar indicios de delito
El Juzgado de Instrucción 5 de Santander sobresee el procedimiento porque los informes técnicos no han determinado «con certeza» la causa del naufragio que causó tres muertes
El Juzgado de Instrucción número 5 de Santander ha sobreseído el procedimiento penal iniciado el año pasado por el hundimiento del barco pesquero Vilaboa Uno, el 3 de abril, en el que murieron tres trabajadores -dos cuerpos fueron recuperados y el tercero continúa desaparecido-, al no encontrar «indicios suficientes de la comisión de un delito».
En un auto dado a conocer este jueves, la magistrada María Fernanda Figueroa Grau, en funciones de refuerzo del citado órgano judicial, concluye que «pese al fatal desenlace» de tres marineros fallecidos, de los informes técnicos elaborados tras el accidente no se desprende «ningún incumplimiento en la normativa legal ni de prevención de riesgos laborales o similar que nos permita entender que nos encontramos ante un delito contra los derechos de los trabajadores».
Tampoco existen indicios de un posible delito de homicidio por imprudencia, y es que como señala la jueza «no puede concluirse de ninguna forma la causa del hundimiento, lo que hace que no se reúnan» los elementos que se exigen para entender que existe una imprudencia punible.
De los informes no se concluye que el naufragio de este pesquero, con base en Santander y que tuvo lugar frente a la costa de esta ciudad, «fuera por razón de la tolva de desperdicios, que es en su caso la única imprudencia como deber de cuidado que podría encontrarse en los trabajadores».
Explica, en este sentido, que la causa del hundimiento fue la entrada de agua en el parque de pesca, cuyo origen no se ha podido determinar, como afirman los informes elaborados por la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Cantabria y por la Comisión permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM), que elaboró el suyo a partir de la inspección submarina que realizó el ROV de Salvamento Marítimo en el barco -que permanece a unos 124 metros de profundidad- y de las declaraciones y análisis llevados a cabo.
Así, según la magistrada, que el agua entrara por la tolva de desperdicios «es sólo una de las tres hipótesis» que barajan los técnicos, «lo que hace que no pueda determinarse la adecuada relación causal entre el proceder descuidado desatador del riesgo y el daño sobrevenido».
En definitiva, «aun cuando nos encontremos ante un resultado fatal de fallecimiento de tres trabajadores, no se observa indicios de imprudencia dentro del ámbito penal para poder continuar con el procedimiento».
«Ninguna de las conclusiones de los técnicos implica que se observe que no hubo la observación de la norma de cuidado, ni tampoco que exista una imprudencia en los trabajadores o el armador por lo que respecta a la tolva de desperdicios, pues ni se concluye que fue la causa del hundimiento, ni hay norma incumplida respecto de ello», concluye el auto.
NAUFRAGIO
El Vilaboa Uno se hundió el 3 de abril de 2023 a unas seis millas de la costa de Santander, frente a Cabo Mayor, cuando salía a faenar de madrugada, sin temporal ni mala mar.
Año y medio después del siniestro sigue desparecido el tripulante Walter John Ferreyros Soto, de nacionalidad peruana y residente en Laredo. Sus familiares y los de una de las víctimas mortales, Francisco Sampedro Faleato Fali , de Santander (el otro fallecido era ghanés), han pedido el reflotamiento del buque para arrojar luz sobre este suceso, conocer las causas y con ello evitar que se repitan hechos similares.
Además, creen que el cuerpo del desparecido podría estar en el interior del barco, de ahí que insistan en que se reflote el barco o que bajen buzos.