La Generalitat de Cataluña dice que la lluvia no hará que pierda la «visión estructural» en gestión hídrica

Conviene en las «afectaciones» de las renovables en el paisaje

BARCELONA, 18

La consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Sílvia Paneque, ha garantizado que la lluvia no hará que la Generalitat de Cataluña pierda la «visión estructural» en gestión hídrica y descuide las infraestructuras que prevé impulsar para que el 70% del agua consumida en 2027 venga de recursos propios.

«Habrá lluvias. No nos tienen que hacer perder de vista que esta es una cuestión estructural», ha dicho durante su intervención en la comisión parlamentaria de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica de este miércoles.

Ha reiterado que las infraestructuras planteadas por el Ejecutivo catalán a finales de agosto, y que contarán con un presupuesto total de 2.000 millones de euros, tienen un carácter estratégico: ha hecho hincapié en la desaladora de la Tordera (Girona) y la de Foix (Barcelona), así como en las mejoras en tratamientos de potabilización.

En materia energética, Paneque ha convenido en que el impulso de renovables «tendrá afectaciones sobre los territorios y los paisajes», y ha advertido que –textualmente– el precio de no hacer nada es mucho más elevado que otros agravios.

«Si no es con energías renovables, necesitaríamos líneas de muy alta tensión, que trituran el territorio mucho más y que tienen un coste económico para Catalunya sobre los 10.000 millones», ha sostenido.

En materia de residuos, la consellera ha pedido «amplitud de miras» a los grupos para alcanzar consensos respecto a una nueva ley, y ha expresado la voluntad del Govern de estar al lado del mundo local, en sus palabras.

GRUPOS

La diputada de ERC y exportavoz del anterior Govern de Pere Aragonès, Laura Vilagrà, ha dicho que el anterior Ejecutivo no impulsó más políticas medioambientales «sencillamente porque a menudo han hecho pinza Junts y el PSC» y ha acusado a Paneque de defender políticas de crecimiento desenfrenado.

Desde la CUP, el diputado Dani Cornellà ha acusado al departamento de llevar a Catalunya «hacia el negacionismo climático» y de ser, textualmente, más de lo mismo a pesar de las buenas palabras.

Andrés Garcia (Comuns) ha vuelto a reclamar la «recuperación de la gestión pública del agua», que a su juicio la sequía ha demostrado que es el modelo más eficaz y eficiente, y ha reclamado un pacto nacional para la cuestión hídrica.

Desde Junts, Jordi Munell ha reivindicado la «soberanía energética plena para el país» y no solo en materia de renovables, ha dicho, y ha advertido que hay mucho trabajo por hacer en la cuestión.

En cambio, Andrés Bello (Vox) ha sostenido que las políticas del Govern en materia ecológica «van en contra de la prosperidad y la necesidad de los catalanes», que ha dicho que están asfixiados por requisitos e impuestos inasumibles.

Montserrat Berenguer (PP) ha criticado que Paneque calificara de modélico el traspaso de carteras con el anterior Ejecutivo, liderado por Pere Aragonès, al considerar que Catalunya llegó «prácticamente a un drama humanitario, económico y social».

Finalmente, Andrea Zapata (PSC) ha destacado como los «grandes retos» la implementación de las renovables, el nuevo modelo de gestión hídrica y la preservación de la biodiversidad, aunque ha defendido que también constituyen oportunidades.