USO ve en los datos un «respiro» para el empleo pero critica que éste sea «prisionero del turismo»
Unión Sindical Obrera (USO) ha afirmado este viernes que los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre han supuesto un «respiro veraniego» para el empleo, pero ha criticado que éste siga siendo «prisionero del turismo».
El sindicato ha señalado en un comunicado que, pese al descenso del paro logrado en el segundo trimestre, éste es casi la mitad que el registrado en 2023 y la tasa de paro sigue duplicando a la europea, con un 11,27%.
USO apunta además que en el segundo trimestre de este año tampoco se creó tanta ocupación como el año pasado, con el 70% de los nuevos empleos en el sector servicios.
«Lo que sí observamos es un cambio de paradigma en quienes acceden a este tipo de empleos veraniegos. Si tradicionalmente se asociaban a jóvenes, incluso estudiantes, vemos que hoy es el salvavidas de los parados de larga duración. El paro descendió en 17.600 personas entre quienes llevaban más de un año en desempleo, pero creció entre quienes buscaban su primer empleo, 14.900», ha afirmado el secretario general de USO, Joaquín Pérez.
El dirigente sindical ha subrayado que, «a pesar de que se está diciendo que vamos a vivir un nuevo verano de récord turístico», se ha creado menos empleo que en el mismo trimestre de 2023.
«No sólo fiamos nuestro crecimiento a un trimestre; sino que, en lugar de caminar hacia un turismo de mayor valor añadido, lo estamos desvirtuando todavía más. Entendemos que los nuevos modelos de alojamiento, que perjudican la vivienda habitual, tampoco crean empleo, así como la digitalización de otros servicios, como todos los relativos a guías profesionales, que es precisamente lo que puede marcar la diferencia entre un turismo de masas y destructivo, con un turismo de calidad y más respetuoso», ha añadido.
En su opinión, los datos del empleo suponen, en general, «el pan para hoy y el hambre para mañana de cada verano». «Los datos desestacionalizados dicen a las claras que el paro subió un 1,15% y la ocupación creció solo en un 0,37%. Si España no fía sus cartas al mismo número de siempre, el empleo sigue sin levantar cabeza», concluye.