El verano puede ser clave para mejorar la salud cardiovascular por el buen clima, tiempo libre y los alimentos frescos
El verano puede ser una excelente oportunidad para mejorar la salud cardiovascular ya que la combinación de buen clima, el tiempo libre y una mayor variedad de alimentos frescos hace que sea más fácil adoptar hábitos saludables que pueden contribuir a reducir el colesterol y otros factores de riesgo cardiovascular, según apunta el director de la Unidad de Riesgo Vascular de Olympia Quirónsalud, el doctor José María Mostaza.
«Todo se centra en realizar una dieta saludable, acercar el peso al que sería ideal, y hacer ejercicio físico diario. Y, por supuesto, descansar de cuerpo y mente. La dieta es fundamental para reducir el riesgo de complicaciones vasculares. Si bien la alimentación en verano suele ser más rica en frutas, hortalizas y verduras, también lo es en productos precocinados, frituras, aperitivos y alcohol», advierte el experto.
Por ello, el doctor Mostaza recomienda cocinar comida casera en vez de comprar comidas precocinadas por comodidad ya que estas suelen ser ricas en ácidos grasos trans y en sal, ambos perjudiciales para la salud. Así, es recomendable hacer alimentos caseros como el gazpacho y el salmorejo, tomar fruta y ensaladas con aceite de oliva, y tomar pan, pasta o arroz integrales, más ricos en fibra. Además, se debe evitar comer con frecuencia pizzas, hamburguesas, embutidos, salchichas, etc
Asimismo, es aconsejable comer pescado pero no frito, mejor al horno, guisado, a la plancha, o en espeto. Evitar los alimentos salados (quesos, embutidos, aceitunas, aperitivos, etc.) y reducir la la cantidad de sal que se echa en la comida también es esencial para mejorar la salud cardiovascular, podría sustituirse por especias.
Por otro lado, los aperitivos son más sanos con una cantidad moderada de frutos secos no salados que con patatas fritas y se debe limitar el consumo de alcohol. Por ejemplo, el experto recomienda comprar botellines de cerveza en lugar de latas o botellas y echar mucho hielo al tinto de verano. También se debe limitar el consumo de los refrescos carbonatados y edulcorados. Como sustituto el doctor aconseja como refresco el agua con gas.
Dado que los alimentos y las bebidas influyen directamente en el peso, y el peso elevado es responsable del desarrollo de diabetes e hipertensión arterial, evite picar entre horas, huya de los aperitivos muy cuantiosos y reduzca los alimentos muy calóricos, como el alcohol, los aceites (incluido el de oliva) y las salsas.
Por último, el verano es un buen momento para caminar, correr, nadar, jugar a las palas en la playa, montar en bicicleta y para bailar. Pero siempre fuera de las horas de calor, evitando quedar exhausto y manteniéndose siempre bien hidratado.
«Los medicamentos para reducir el colesterol, la presión arterial o controlar el peso o la diabetes salvan muchas vidas. El cambio de rutina que suponen las vacaciones no debe reducir su adherencia terapéutica. Adoptar estos consejos en su rutina diaria durante el verano puede marcar una gran diferencia en su salud cardiovascular», concluye el doctor Mostaza.