El Centro de Simulación Avanzada del Hospital La Paz desarrolla anualmente 300 actividades de formación
En el centro se reproducen situaciones reales para entrenar a profesionales y otros colectivos
El director del Centro de Simulación Avanzada del Hospital Universitario La Paz, Manuel Quintana, ha informado que en el centro madrileño se desarrollan anualmente cerca de 300 actividades de formación, la mayoría de ellas sirven para mejorar el aprendizaje y entrenamiento de los profesionales sanitarios, aunque también se forma a pacientes y a otros colectivos.
El Centro de Simulación Avanzada del Hospital Universitario La Paz tiene como función principal ofrecer a los profesionales sanitarios -médicos especialistas, residentes, enfermeras y estudiantes, entre otros- la posibilidad de aprender y entrenarse en el enfoque del paciente en situaciones clínicas críticas: reanimación cardiopulmonar (RCP), shock de diversos orígenes, insuficiencia respiratoria aguda de diferentes, etc.
Así, se entrenan los equipos que atienden a pacientes en situaciones críticas: UCI, anestesia, urgencias, cirugía. Además, se aprende en el manejo del paciente dependiente de tecnología y en el uso de técnicas invasivas: canalizaciones arteriales y venosas centrales, sondaje nasogástrico, vesical, suturas, toracocentesis, paracentesis, traqueostomía, bloqueos nervioso.
«En este centro recreamos situaciones que pueden vivir los profesionales. Por aquí pasan todos los nuevos integrantes de La Paz y los médicos internos residentes (MIR). El objetivo principal es que funcionen con soltura, prontitud y orden ante lo que pueda ocurrir», ha detallado Quintana durante un desayuno informativo.
Para mejorar el aprendizaje, el centro cuenta con varias áreas simuladas: quirófano, consulta médica, habitación de hospital. Todas ellas recreadas con todos los detalles para mejorar el funcionamiento de los profesionales. «Queremos ir un paso más allá y ver el trabajo en equipo, que sea multidisciplinar. Son escenarios complejos que requieren entrenamiento antes de llevarlo a la práctica», ha apuntado Quintana.
Las simulaciones se graban en vídeo para luego detectar los errores y mejorar las equivocaciones. «Los profesionales llegan con muchos conocimientos adquiridos durante su formación, pero hay que mejorarlos. Se trata de mejorar el aprendizaje de competencias, no de conocimientos. No se puede formar a la gente como en el siglo pasado», ha asegurado el director.
Asimismo, los profesionales cuentan en sus ensayos con simuladores de alta fidelidad que imitan a humanos adultos y recíen nacidos. «Pueden respirar, parpadear y tienen pulso. Lo que queremos es que sea lo más parecido a la realidad», ha indicado el técnico de simulación del Hospital La Paz, Javier Rubio, quien ha asegurado que, incluso, algunos de estos simuladores «cambian de color para que los profesionales averigüen qué es lo que le está sucediendo».
Según ha comentado Quintana, las clases son «personalizadas», ya que en cada una de ellas participan de 12 a 16 alumnos, «con casi el mismo número de instructores». «Se trata de una formación que dura varios días, no solo unas cuantas horas», ha agregado.
En este punto, Quintana ha destacado que uno de los principales inconvenientes es que «las formaciones se llevan a cabo en el tiempo libre de los profesionales». «El primer paso que se ha entendido es que hay que simular situaciones, ahora queda comprender que se tiene que hacer una inversión más contundente para que no se realicen en el tiempo libre de los profesionales», ha afirmado.
PROGRAMAS PARA OTROS COLECTIVOS
De las 300 actividades de formación que se llevan a cabo cada año, algunas de ellas están destinadas a colectivos como la Policía Nacional o auxiliares de vuelo, donde mejoran su aprendiza en RCP. También se forma a pacientes y familiares para controlar mejor la enfermedad.
«Además del enfoque para los profesionales sanitarios, se desarrollan otros programas, como por ejemplo los dedicados a familiares con niños que tienen el trastorno del espectro autista. El objetivo es saber llevar mejor la situación con la ayuda de diferentes profesionales. También se han desarrollado programas de violencia de genero en los que intentamos que el personal sanitario disponga de diferentes técnicas para actuar de la mejor manera posible ante estas situaciones», ha señalado Quintana.
Así, además de lo conocimientos técnicos, los profesionales entrenan otros factores como comunicar al paciente o a los familiares situaciones críticas. «La empatía también se aprende, por eso es conveniente saber cómo dar una mala noticia, algo que mejoramos en el centro», ha asegurado Quintana.
TRASPLANTES
El Centro de Simulación Avanzada sirve también para mejorar la formación de la donación en asistolia -cuando a una persona se le diagnostica la muerte tras la confirmación del cese irreversible de las funciones cardiorrespiratorias- sobre todo en pacientes pediátricos y neonatos. «Vienen al centro profesionales de comunidades autónomas más pequeñas para formarse. De esta manera buscamos que cuando haya un posible donante de este tipo los profesionales sean capaces de alertarnos y poder llevar cabo el trasplante», ha explicado Pablo Millán de la Unidad de Coordinación de Donación y Trasplantes del Hospital La Paz.
En este sentido, Millán ha destacado que la parte de simulación es muy importante, «no solo por las dificultades del trasplante, sino por la coordinación de los equipos y la comunicación con la familia del bebé fallecido».
«Con el centro de simulación hemos ganado mucho en comunicación. Escenarios que antes se escapaban, ahora somos capaces de controlarlos», ha finalizado Quintana cuando se le ha preguntado por los mayores logros que ha conseguido el centro.