El Banco de España calcula que la mitad del alza de los ingresos por IRPF entre 2019 y 2023 se debe al IPC
En ausencia de cambios, la ratio del IRPF sobre el PIB alcanzaría el 9% en 2025, un 29% más que en 2019
El Banco de España estima que la mitad del aumento de la recaudación por el IRPF en términos de PIB entre 2019 y 2023 se debe al efecto a la inflación y a la ausencia de adecuación del impuesto al alza de los precios, lo que se conoce como progresividad en frío.
Así lo asegura en un estudio titulado Progresividad en frío: el impacto heterogéneo de la inflación sobre la recaudación por IRPF , que ha dado a conocer este viernes y que viene a actualizar un informe sobre el mismo tema publicado también por el Banco de España el pasado 30 de abril, en el que concluía que de la recaudación del IRPF entre los años 2019 y 2023, que ha pasado de 86.000 a 124.000 millones de euros, 11.000 millones se debía al efecto de la inflación.
La autoridad monetaria indica que en los últimos años, la recaudación por IRPF ha crecido a tasas históricamente elevadas y superiores al incremento del PIB, convergiendo hacia niveles europeos, debido por una parte, al crecimiento real de la base tributaria (el número de empleos y de pensionistas) y, por otra, al crecimiento de la base nominal (los salarios, las prestaciones sociales y otras rentas de los hogares), que se ve influida, a su vez, por el período inflacionista experimentado recientemente.
Concretamente, el Banco de España estima que, tomando como referencia el crecimiento de la renta observado cada año, la mitad del crecimiento de la ratio de recaudación del IRPF sobre PIB entre 2019 y 2023 se debería al efecto progresividad en frío, esto es, 0,79 puntos porcentuales de los 1,55 puntos de PIB en que se ha visto incrementada.
El incremento restante vendría explicado principalmente por el mayor crecimiento de la base tributaria del IRPF, es decir, el número de declarantes y sus rentas, respecto al crecimiento del PIB. Asimismo, el tipo medio efectivo disminuiría de un 14,7% según la simulación a un 13,3%, retornando a niveles cercanos, aunque todavía ligeramente superiores, a los tipos medios efectivos de 2019 y de la serie histórica.
Además, estima que la recaudación en 2023 habría sido aproximadamente 11.000 millones inferior de haberse actualizado los parámetros fiscales plenamente, es decir, algo menos de un tercio del incremento observado entre 2019 y 2023. El restante incremento estaría explicado por el crecimiento de la base tributaria real y nominal, en similar proporción.
Esto es así porque el Banco de España calcula que, en ausencia de actualización de los parámetros fiscales, un incremento homogéneo de la renta de los hogares de un 1% ocasionaría un incremento de la recaudación de un 1,85%, en línea con la elasticidad media estimada para los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
De esta forma, un declarante con una renta de 33.700 euros y una cuota tributaria igual a 5.472 euros, en el caso de que su renta aumentase un 1% (337 euros), pasaría a pagar una cuota 101 euros mayor (un incremento del 1,85%). Este efecto viene explicado por dos mecanismos. Por un lado, una cantidad mayor de su renta pasa a gravarse en los tramos superiores y, por otro, tiene lugar una pérdida de valor relativo de los beneficios fiscales, cuya cuantía permanece fija, o incluso se reduce, ante aumentos de renta.
Pero este efecto no es homogéneo según los niveles de renta, ya que las rentas más bajas tienen elasticidades cercanas a cero, dado que, pese a ver incrementada su renta bruta, su cuota tributaria sigue siendo cero debido a la existencia de mínimos exentos y deducciones.
En cambio, un declarante con una renta de unos 16.796 euros anuales y una cuota del IRPF de 680 euros, en caso de incrementarse su renta un 1% (168 euros), su cuota tributaria a pagar lo haría en un 10% (70 euros más). Uno de los principales factores explicativos de esta variación es la reducción por obtención de rendimientos del trabajo, que pasaría de 2.373 a 2.144 euros.
«Estos declarantes tienen rentas y cuotas tributarias reducidas, pero el incremento de su renta da lugar a incrementos relativos muy elevados en la cuota a pagar, a consecuencia principalmente de una pérdida de valor de los beneficios fiscales», indica el Banco de España.
En cambio, para los declarantes con una renta muy superior a estos, con unos ingresos anuales de 65.621 euros y una cuota tributaria de 11.833 euros, un aumento de sus ingresos del 1% (656 euros) supone un incremento en su cuota de sólo 164 euros, un 1,38% más.
EFECTOS A FUTURO
A futuro, y en ausencia de cambios en los parámetros del impuesto, el Banco de España estima que la ratio de IRPF sobre PIB podría alcanzar el 9% en 2025, un 29% superior a su nivel en 2019. A su vez, el tipo medio efectivo se seguiría elevando hasta un 15,3%, lo que supondría un máximo en la serie histórica.
Estos incrementos de la ratio de ingresos y de los tipos efectivos no se producirían con la misma intensidad si se indexaran los parámetros del IRPF de los años 2024 y 2025. Así, se observa que, indexando los parámetros conforme al IPC del año anterior, que es el índice más utilizado en otros países, se revertiría un 80% del incremento proyectado de la ratio de recaudación entre 2023 y 2025 (la cual quedaría en 8,6%, frente al 9% estimado en el escenario base sin cambios legislativos).
Igualmente, la indexación también evitaría que el tipo medio efectivo continuara incrementándose, con lo que se mantendría en niveles parecidos a los de 2023.