El Gobierno se muestra «preocupado» por el consumo de cannabis y la «percepción de banalización» de esta droga
La droga más presente en las muertes por sobredosis son las benzodiazepinas
El delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Joan Ramón Villalbí, ha asegurado que al Ejecutivo le «preocupa mucho» la situación sobre el consumo de cannabis en la población española ya que es la sustancia ilícita más consumida actualmente y «hay una cierta percepción de banalización».
«El cannabis es la droga ilícita más consumida en nuestro país y más consumida por los adolescentes. Un 20 por ciento dicen haberlo consumido en el último año al menos una vez. Nos preocupa mucho seguir valorando la situación y las tendencias del cannabis porque es la sustancia más consumida de las ilícitas y hay una cierta percepción de banalización», ha declarado el delegado durante la Comisión Mixta para el Estudio de los Problemas de las Adicciones celebrada en el Congreso de los Diputados este miércoles.
Asimismo, el delegado ha destacado que el alcohol es la droga legal más consumida, incluidos los adolescentes menores de edad y que, aunque la tendencia es negativa ya que, «los datos de alcohol sugieren que desde el año 2012 hay una cierta tendencia al descenso, sobre todo en formas de consumo más indicativas de un consumo de riesgo como la intoxicación etílica, todavía hay demasiados adolescentes que consumen alcohol».
«Muchas personas hacen un uso incluso frecuente del alcohol sin desarrollar problemas ni dependencia, pero otras personas pasan a desarrollar un problema. Se calcula que entre las personas con un uso frecuente del alcohol, un 10 o un 12 por ciento van a acabar desarrollando dependencia a lo largo de la vida. No es despreciable», ha declarado.
En lo que respecta al consumo de cannabis en adolescentes, el delegado ha resaltado que este también sigue una tendencia descendente ya que, desde 2004, «hay una cierta tendencia a la disminución tanto en chicos como en chicas pasando del 15 por ciento que han consumido en el último mes frente al 25 por ciento de hace 15 años, y esto también, de nuevo, refleja cambios sociales y el esfuerzo de todos para conseguir este cambio», ha destacado.
No obstante, en la población de 15 a 64 años se observa una situación «relativamente estable con pequeñas oscilaciones», aunque ha aumentado la proporción de personas que dicen hacer un consumo diario de esta sustancia, pasando del uno por ciento a un tres por ciento. «Aquí ha habido un lento incremento, seguramente a medida que se han incorporado generaciones para las que el cannabis ha estado más presente en su adolescencia y juventud, y que han mantenido este consumo», ha explicado.
Con respecto al consumo de cocaína, el delegado ha destacado que se ha visto una evolución «muy positiva» en los últimos años. «Es una de las sustancias mucho menos consumidas, estamos con prevalencias de consumo muy inferiores, del orden del dos por ciento para el último año y del uno por ciento para el último mes, y hace unos 20 años los niveles de consumo en la población adulta-joven, de 15 a 34 años, eran muy superiores a los actuales», ha aseverado.
Durante su comparecencia, el delegado ha señalado que «no todas las drogas fiscalizadas son iguales» ya que «algunas tienen un potencial destructivo muy superior a otras». «En este sentido las que más nos preocupan, por supuesto, son una que desde hace muchos años han causado daño como la heroína, la metanfetamina y el crack, que es una variedad de cocaína, la cocaína en pasta base, que es potencialmente mucho más adictiva y mucho más destructiva», ha añadido.
En este contexto, el delegado ha mostrado la preocupación del Gobierno por: mejorar la regulación del alcohol y «espera hacerlo en esta legislatura»; la situación y banalización del cannabis; mejorar la capacidad para detectar la entrada de nuevas sustancias en el mercado ilícito de drogas como el fentanilo que, aunque «aún no están en el mercado ilegal, preocupa que lleguen a España».
Además, el delegado del Gobierno también ha destacado la importancia de tener en cuenta el uso de medicamentos como las benzodiazepinas para su consumo como drogas ya que actualmente «la mitad de las muertes por sobredosis tienen heroína, pero la droga más presente en las muertes por sobredosis son las benzodiacepinas, que muchas veces se toman conjuntamente con la heroína».
«Nos preocupa el abordaje de las medicaciones con potencial adictivo, como las benzodiacepinas, como las medicaciones opiáceas y estamos en ello. Nos preocupa mejorar la capacidad para detectar la entrada de nuevas sustancias en el mercado ilícito de drogas», ha asegurado Villalbí.
En este aspecto ha mostrado su preocupación también el diputado del Grupo Parlamentario Vox, Tomás Fernández Ríos, advirtiendo que «como no se tomen medidas drásticas sobre el mercado ilegal espera un futuro muy oscuro».
«Vienen tiempos muy complicados y problemas muy graves en el campo de las adicciones. Tenemos llamando ya a la puerta una sustancia sintética, fácil, barata de fabricar, cien veces más potente que la cocaína y cincuenta más potente que la heroína, y que en Estados Unidos, en solo unos pocos años se ha convertido en un problema de salud pública sin precedentes. Y aquí, en España, como no nos concienciemos desde ya de lo serio que esto es, puede ser un problema parecido, insisto, al que tuvimos en los años ochenta con la heroína», ha advertido Fernández Ríos.
Así, ha añadido que, aunque «todavía no ha llegado el fentanilo ilegal, no hay que dudar que va a llegar».
LA FISCALIZACIÓN DE LAS DROGAS REDUCE EL CONSUMO
El delegado del Gobierno también ha destacado el papel clave que tiene la fiscalización de las drogas en la reducción del consumo ya que «el consumo de las sustancias en buena parte depende de las oportunidades de consumo».
«El cannabis tiene un uso mucho menos frecuente porque al ser una sustancia ilícita las oportunidades de consumo y el coste son distintos, que es lo que en buena parte consigue la fiscalización internacional de las drogas», ha señalado.
En este sentido, Villalbí ha explicado que el alcohol es la droga más consumida porque «está en todas partes, es muy barata, hay promoción activa, publicidad por todas partes y esto hace que acabe siendo la sustancia con capacidad adictiva más consumida en la sociedad».
No obstante, ha apuntado que, en lo que respecta al consumo de drogas, influyen dos factores: la percepción de riesgo y la disponibilidad percibida, es decir, la sensación de que lo encuentras.
«Y aquí sí que quisiera decir que la percepción de disponibilidad para las drogas ilícitas, las drogas que están fiscalizadas, ha descendido en los últimos 15 años. Y esto no pasa porque sí. Las personas, si les dicen, ¿les sería fácil conseguir un porro? Bueno, pues ahora les sería menos fácil, o sienten que les sería menos fácil, que 15 años atrás», ha detallado.