MSF deja su centro médico en Mosul en manos de las autoridades iraquíes al «sanar las heridas» de la guerra
Médicos sin Fronteras ha dejado en manos de las autoridades sanitarias de Irak la gestión de su hospital de Al Wahda en la ciudad de Mosul tras seis años de operaciones para «sanar las heridas» de la guerra y de las atrocidades cometidas por la organización yihadista Estado Islámico durante su dominio territorial desde 2014 a 2017.
El anuncio ha sido efectuado por la responsable médica de MSF en Mosul, Gilberta Jayros, a raíz de los progresos observados desde entonces. «Esta ciudad se está recuperando lento pero seguro», ha declarado en un comunicado recogido por la ONG.
Así, el hospital de Al Wahda, que la ONG abrió en 2018, quedará en manos de la Dirección de Salud de Irak con todas las mejoras instaladas desde entonces — como las 40 habitaciones individuales reconvertidas en su momento a unidades de aislamiento durante la pandemia.
Otra de las promotoras sanitarias en Al Wahda, Taha Husein, celebra el final de los «días oscuros y tristes» gracias a la labor de los cooperantes en la ciudad, que han participado desde la apertura del centro en 4.914 operaciones quirúrgicas y efectuado 38.800 consultas.
MSF seguirá de todas formas presente en Mosul, brindando atención de salud mental, maternidad, pediatría y neonatal muy necesaria en los barrios de Al Nahrawan y Nablus, en el oeste de Mosul, donde nuestros equipos dirigen el hospital de campaña de Nablus y la clínica de maternidad Al Amal. La ONG también ha ampliado sus actividades al barrio de Al Abur, para aumentar el acceso de la gente a la atención sanitaria básica.