Filipinas alerta de la «agresividad» de los guardacostas chinos y describe actos «sin precedentes»
Las autoridades de Filipinas han alertado este miércoles de la «agresividad» de la Guardia Costera china, a la que ha acusado de atacar con cañones de agua dos de sus buques en el mar de China Meridional, un acto «sin precedentes» por parte de Pekín.
Así, han señalado que estas acciones podrían poner en peligro la vida de su tripulación desplegada en la zona y han acusado a los guardacostas chinos de provocar un aumento de la tensión entre ambos países.
El portavoz de la Guardia Costera filipina, Jay Tarrila, ha indicado en una rueda de prensa que se trata de «la primera vez que un buque de Filipinas es sufre daños estructurales por un cañonazo de agua».
No obstante, ha afirmado que aunque el uso de estos cañones por parte de China no supone aún un ataque armado contra sus buques o su tripulación, sí constituye un «claro aumento de la tensión en la zona».
China y Filipinas han registrado un aumento de los incidentes durante el último año en las aguas en disputa del mar de China Meridional, especialmente en las inmediaciones del atolón Second Thomsa y el bajo de Masinloc.
Filipinas ha estado enviando regularmente provisiones a sus militares en el buque Sierra Madre , encallado hace 24 años cerca de una de las islas del archipiélago Spratly y que ha servido para establecer un puesto de control en la zona.
El Tribunal Permanente de Arbitraje falló en 2016 a favor de Filipinas y rechazó las reivindicaciones de China sobre las aguas de la zona. Además, la corte determinó que Pekín se comportó de forma «ilegal» y que carece de «derechos históricos» a los que agarrarse para reclamar su soberanía, una postura que ha sido duramente rechazada por las autoridades del gigante asiático.
El Gobierno chino ha ofrecido a Filipinas la posibilidad de ignorar el fallo de la citada corte para realizar perforaciones conjuntas en la zona, mientras que Manila ha argumentado en varias ocasiones que ninguna de las islas o arrecifes de las islas Spratly, también en el mar de China Meridional, son lo suficientemente grandes como para garantizar una zona económica exclusiva (ZEE) de hasta 200 millas náuticas para China.
En cambio, en el caso del citado banco de arena, alega que está incluida dentro de la ZEE correspondiente a la isla filipina de Luzón y, por lo tanto, pertenece a Filipinas. Además de Filipinas, Brunéi, China, Malasia, Taiwán y Vietnam reivindican la soberanía en algunas zonas del mar de China Meridional.