Madrid ve «deslealtad» en la aprobación del Plan Antitabaco en Consejo de Ministros y sin informar a CCAA
La Comunidad defiende una autorregulación de los espacios sin humos y pide el mismo celo para el cannabis
La Comunidad de Madrid ha cargado contra la «deslealtad» que supone que el Gobierno central haya aprobado este martes en Consejo de Ministros el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo (PIT) 2024-2027 sin haber informado a las Comunidades Autónomas y «tratando de vaciar de funciones el órgano competente, que es el Consejo Interterritorial del Ministerio de Sanidad».
En este sentido, desde el Gobierno madrileño se ha recalcado que las Comunidades Autónomas «no han aprobado ningún Plan Antitabaco» porque en el Consejo Interterritorial del pasado día 5 de abril este asunto «era un punto informativo y lo que se acordó es establecer una hoja de ruta».
«En ningún caso se aprobó nada, ya que había numerosas discrepancias sobre cómo llevarlo a cabo», ha subrayado la consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, en declaraciones remitidas a los medios al término del Pleno extraordinario del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) de este martes.
El Ministerio de Sanidad que dirige Mónica García ha explicado que la elaboración de este plan «ha sido fruto de un trabajo coordinado, con la participación técnica de todas las Comunidades Autónomas, con el mayor de los consensos sociales y con el respaldo de las sociedades científicas».
La máxima responsable de la Sanidad madrileña ha explicado que hasta el turno de ruegos y preguntas no ha podido «evidenciar» este «nuevo ejercicio de oscurantismo y deslealtad» por parte del Ministerio. En la misma línea, ha indicado que la propia ministra, Mónica García, «ha tenido que reconocer que la información se ha publicado sin trasladar la información previamente al resto de comunidades autónomas».
«Es una deslealtad que el Consejo de Ministros haya decidido aprobar el Plan Antitabaco sin haber informado de manera previa a las comunidades autónomas del contenido definitivo del mismo, tratando además de vaciar de contenido al Consejo Interterritorial, que somos el órgano competente y que además somos los consejeros los que vamos a los que vamos a tener que aplicar este plan», ha insistido Matute.
En la misma línea, la consejera ha cuestionado que el Ministerio haya dicho «que daba igual que las comunidades aprobaran o no este plan porque era potestad del propio Ministerio».
Al hilo, el Gobierno regional comparte el objetivo de alejar a la población de las adicciones, pero discrepa en el modo de cómo aplicarlo. Así, está de acuerdo en que hay que trabajar sobre el efecto pernicioso del tabaco y su regulación, pero como ya señaló el pasado 5 de abril no coincide en el modo en el que pretende desarrollarlo el Ministerio de Sanidad.
En la misma línea, la titular de la Consejería de Sanidad ha recordado que, como ya explicó anteriormente, este Plan carece de Memoria Económica asociada a la medicación sustitutoria y de todos sus recursos. «La Comunidad de Madrid defiende una autorregulación de los espacios sin humos, al igual que la inmensa mayoría de las comunidades autónomas», ha recalcado.
Finalmente, la consejera ha recalcado que esperan que el Ministerio de Sanidad ponga «el mismo celo» en otro tipo de sustancias y adicciones como es el cannabis y la combustión y consumo del mismo a través de porros.
PLAN ANTITABACO
Entre las medidas contempladas en el Plan Antitabaco, se destaca la incorporación de nuevos espacios libres de humos, aunque aún no se han especificado cuáles, ofreciendo un reconocimiento especial a «determinados espacios de uso público o colectivo, especialmente aquellos con presencia de personas menores».
También se incluye un mayor control del tabaco electrónico, equiparando por ley la publicidad, promoción y patrocinio de productos relacionados y nuevos productos a la existente para productos del tabaco; regular la venta y el consumo de productos relacionados con el tabaco (con y sin nicotina), y revisar la cuantía de las sanciones.
En este sentido, Sanidad ya ha comenzado los trámites para introducir el empaquetado genérico, un objetivo recogido en el Plan. Además, el documento también incluye una subida impositiva a los productos de nicotina, que luego tendrá un retorno en políticas de salud.
El pasado 15 de abril, durante una comparecencia en la Comisión Mixta de Adicciones, la titular de Sanidad, Mónica García, anunció que esperaba que «buena parte» de las modificaciones legislativas que marca el Plan «hubiesen llegado a buen puerto» para finales de año.
Para ayudar en la cesación tabáquica, el documento propone incluir en la Cartera de Servicios común del SNS la intervención en tabaquismo en el ámbito hospitalario; modificar los criterios de inclusión de las personas fumadoras en el programa de cesación del tabaquismo con fármacos financiados; y proponer la incorporación a la cartera básica de prestaciones farmacéuticas aquellos fármacos que, atendiendo a la evidencia científica, son adecuados para el tratamiento de la adicción al tabaco.
Desde el Ministerio de Sanidad recuerdan que «su elaboración ha sido fruto de un trabajo coordinado, con la participación técnica de todas las comunidades autónomas, con el mayor de los consensos sociales y con el respaldo de las sociedades científicas». Asimismo, señalan que «el Plan nace con la idea de evitar que los jóvenes empiecen a fumar, para ayudar a los fumadores que quieran abandonar el hábito y para cuidar el aire que todos y todas respiramos».
Asimismo, recuerdan que la prevalencia del consumo de tabaco en España se ha ido reduciendo gradualmente en las últimas décadas, siendo según la Encuesta Europea de Salud 2020, del 22,1 por ciento. «Esta disminución de la prevalencia sufre descensos más acusados en años donde se implantan medidas enfocadas a la prevención del tabaquismo, como son modificaciones del marco legislativo que impliquen una ampliación de los espacios sin humo, la presión fiscal o restricciones en publicidad y promoción del tabaco», advierten.
Los últimos datos disponibles del Ministerio apuntan a que el tabaco es el causante de cerca de 50.000 muertes al año. Además, su consumo está asociado con a la aparición de 35 enfermedades como la EPOC, el cáncer de pulmón, las enfermedades cardiovasculares o la diabetes.