Los médicos cántabros realizarán este verano actividad quirúrgica extraordinaria para seguir reduciendo las esperas
Cantabria no penalizará por faltar al médico pero trabaja en una app que permita cancelar y reprogramar la cita y ofrecer el hueco a otro paciente
SANTANDER, 16
Los médicos de Cantabria realizarán este verano actividad quirúrgica extraordinaria para seguir reduciendo las esperas para una operación, que, a finales de marzo, estaba en 157,3 días, 15,7 menos que hace tres meses (173). El objetivo es que a final de año esté en los 120, algo que «no es fácil», pero sí «factible».
El consejero de Salud, César Pascual (PP), ha afirmado que se está haciendo un «esfuerzo» por que sea un verano «con muchísima más actividad» extraordinaria que otros años, en los que «no se hacía nada y se suspendía» en periodo estival.
Sí ha aclarado que, pese a ello, esta actividad extraordinaria va a ser menor que la que se viene realizando en la actualidad, desde que se retomó en octubre. Ello se debe no solo a las vacaciones de los médicos en verano, que obliga a «modular» la actividad, sino también a que «mucha gente que no se quiere operar en verano».
Pascual ha explicado que cada hospital está trabajando en estos momentos en la planificación de esta actividad extraordinaria que, según ha dicho, podría no prestarse en todos los casos por las tardes (como es habitual) sino también por las mañanas si hay quirófanos vacíos.
BAJAN LAS DEMORAS
Respecto a la evolución de las listas de espera sanitarias, el consejero ha incidido en la reducción de la demora media experimentada en Cantabria en el primer trimestre (en comparación con diciembre de 2023) tanto para someterse a una operación, a una prueba o para una primera consulta con el especialista.
Según los datos a cierre de marzo, un cántabro tiene que esperar de media 157,3 días para someterse a una operación (en diciembre eran 173); 63,83 días para una prueba diagnóstica (40,43 días menos que a cierre del año pasado), y 83,34 días para una primera consulta, 6,56 días menos.
Además, en tres meses se han reducido el número de personas que en Cantabria esperan para una primera prueba diagnóstica –34.718, 700 menos que a cierre de 2023 (-2%)– y también para una primera consulta –37.540, 1.171 menos (-3%)–, pero no así para someterse a una operación, que se han elevado en el primer trimestre un 1,28% (esto es en 236 personas, hasta las 18.741).
El consejero ha afirmado que gracias al plan de reducción de las listas de espera que ha puesto en marcha el Gobierno regional –que es a 3 años y que supondrá una inversión de 65 millones– se ha logrado «cambiar la tendencia» y se ha logrado rebajar el tiempo de demora y también el número de personas en lista en el caso de consultas y pruebas diagnósticas.
El Gobierno ha indicado que «se ha comenzado con la gestión sobre las pruebas, para después incidir en las consultas y terminar con las intervenciones quirúrgicas, debido a la relación existente en los procesos asistenciales y las diferentes modalidades de asistencia». «Un porcentaje de los pacientes necesitan pruebas para su diagnóstico y seguimiento; un porcentaje de las consultas precisa técnicas diagnósticas y un porcentaje de los pacientes atendendidos ambulatoriamente tienen que operarse», ha añadido.
NO SE PENALIZARÁ POR FALTAR AL MÉDICO, PERO SE TRABAJA EN UNA APP
Por otra parte, a preguntas de los periodistas, Pascual ha afirmado que Cantabria no va a penalizar a aquellos pacientes que falten a una consulta médica como, por ejemplo, sí se plantea en Francia (que estudia una sanción de 5 euros).
En lo que sí se está trabajando es, según Pascual, en una app digital que permita que una persona que tenga cita con el médico pueda anularla si no va a acudir y se le reprograme y el hueco que haya dejado libre se le ofrezca de forma automática a otro paciente. Sin embargo, el consejero no ha dado plazos para su puesta en marcha.
El consejero ha realizado estas declaraciones, cuestionado por los medios de comunicación, tras una rueda de prensa en la que ha anunciado la participación de Cantabria en el proyecto Cohorte IMPaCT , que estudiará la salud de 200.000 personas en 50 centros de Atención de toda España.
En Cantabria, se espera lograr la participación de 4.000 pacientes, que, en principio, serán usuarios del centro de salud Puertochico, ubicado en el barrio de Tetuán.