El FMI alerta de que las tensiones inmobiliarias o el deterioro crediticio podrían comprometer la desinflación
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha apuntado este lunes a las crecientes tensiones en el sector inmobiliario comercial o a los signos de deterioro crediticio de las empresas y en algunos mercados de vivienda residencial, que podrían verse exacerbados ante «perturbaciones adversas», como posibles amenazas a la conocida como última milla de la desinflación.
El FMI también ha advertido en su Capítulo 1 sobre finanzas de que una ralentización en la contención de la inflación podría pillar con la guardia baja a los inversores e inducir una revalorización de los activos con su consiguiente inestabilidad financiera. De hecho, la entidad dirigida por Kristalina Georgieva ha destacado que, por el momento, la volatilidad en los mercados ha sido reducida a pesar de la «considerable incertidumbre económica».
En cualquier caso, el organismo multilateral ha constatado que las economías emergentes se han mostrado «resilientes», los mercados frontera han emitido con éxito deuda para financiarse y que cada vez parece más probable que la economía mundial experimente un «aterrizaje suave» sin que se ensanchen los riesgos financieros.
El informe ha recomendado a los supervisores y reguladores utilizar las «herramientas adecuadas», incluidas las pruebas de resistencia y medidas correctoras tempranas, para garantizar que los bancos y las instituciones financieras no bancarias soporten las tensiones provenientes del sector inmobiliario comercial y residencial, así como el deterioro de la calidad del crédito.
El FMI ha explicado que las autoridades deberán mejorar la amplitud y fiabilidad de los datos utilizados para supervisar y evaluar los riesgos asociados al rápido crecimiento de los préstamos de las instituciones financieras no bancarias a las empresas. También deberían desarrollar más los instrumentos regulatorios y de gestión de crisis para las entidades financieras no bancarias.
Por otra parte, el FMI ha urgido a los bancos centrales a que no recorten los tipos de interés de forma prematura y resistan las presiones «excesivamente optimistas» de los mercados que dan por descontado que dichas bajadas se materializarán próximamente.
«Cuando los avances en materia de desinflación sean suficientes para inferir que la inflación se está moviendo de forma sostenida hacia el objetivo, los bancos centrales deberían pasar gradualmente a una política más neutral», ha insistido.
AMENAZAS A MEDIO PLAZO
Además, el FMI ha detectado una acumulación de vulnerabilidades a medio plazo relacionadas con la acumulación de deuda tanto pública como privada. «Algunos gobiernos pueden tener dificultades para atender al servicio de la deuda en el futuro, mientras que el apalancamiento del sector privado en activos puede presagiar elevados riesgos para la estabilidad financiera en los próximos años», ha augurado el documento.
Así, las economías emergentes y de frontera deberán redoblar sus esfuerzos para contener su exposición a los pasivos. En el caso concreto de China será fundamental aplicar «medidas de calado» para restablecer la confianza en el sector inmobiliario y evitar nuevos contagios hacia otros sectores del sistema financiero.