Repsol avanza en su apuesta por los combustibles sintéticos con la luz verde a su megaproyecto en Bilbao
Repsol avanza en su apuesta por el impulso a los combustibles sintéticos en España tras haber recibido el visto bueno al megaproyecto que desarrollará su filial Petronor en Bilbao.
En concreto, el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Bilbao ha dado luz verde al denominado hub de descarbonización que lidera la energética, del que forma parte una planta de combustibles sintéticos, informaron a Europa Press en fuentes conocedoras del acuerdo.
Según adelantó este miércoles el diario El Correo , la inversión total superará los 200 millones de euros y se iniciarán los movimientos de tierras entre los tres próximos meses de abril y julio.
Estos proyectos se enmarcan en el compromiso del grupo dirigido por Josu Jon Imaz con la descarbonización para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2050.
La planta de combustibles sintéticos, que hace casi un año ya recibió la decisión de inversión de la compañía y supondrá más de 160 millones de euros, contará con un electrolizador de 10 megavatios (MW) que utilizará energía renovable para producir el hidrógeno.
Con una producción de unas 2.000 toneladas anuales, proporcionará combustibles sostenibles a coches, camiones, barcos o aviones sin necesidad de realizar modificaciones en los motores y son, por tanto, una opción real para la descarbonización de sectores como la aviación o el transporte pesado que no tienen en la electrificación una alternativa.
Otro de los proyectos en el Puerto de Bilbao será el de una planta de pirólisis, que se prevé iniciar su edificación en 2026 y en la que se generará biofuel marino y plásticos de economía circular. Asimismo, se incluirá la construcción de dos tanques de almacenamiento.
Repsol cuenta con otro proyecto para la puesta en marcha de un electrolizador de 100 MW en la refinería de Muskiz (Vizcaya), aunque estaría en stand by , hasta contar la compañía con cierta claridad respecto al diseño final del impuesto especial del Gobierno para las energéticas, cuya prórroga se pretende más allá de este año, aunque con modificaciones introduciendo incentivos a la reinversión verde .
APUESTA ESTRATÉGICA POR LOS COMBUSTIBLES RENOVABLES.
El impulso de los combustibles 100% renovables forma parte de la apuesta estratégica de Repsol, actualizada hace apenas un mes. Para ello, el grupo está afrontando la transformación de sus complejos industriales en polos multienergéticos capaces de procesar una amplia gama de materias primas residuales en productos con una huella de carbono baja, nula o negativa.
Con estos proyectos, la compañía presidida por Antonio Brufau aspira a convertirse en un referente en combustibles renovables, con una capacidad total de producción de entre 1,5 y 1,7 millones de toneladas en 2027 y hasta 2,7 millones de toneladas en 2030.
Actualmente, la compañía cuenta con más de 120 estaciones de servicio con combustibles 100% renovables y tiene el objetivo de llegar a las 600 a finales de año y a 1.900 en 2027.
En este sentido, Repsol está llevando a cabo la puesta en operación de su planta de biocombustibles avanzados de 250.000 toneladas al año en Cartagena, la primera de la Península Ibérica. La compañía está transformando otra unidad en su complejo industrial de Puertollano (Ciudad Real) con capacidad para producir anualmente 200.000 toneladas de combustible renovable.
Asimismo, en esta apuesta por los biocombustibles, esta semana cerró un acuerdo con el grupo estadounidense Bunge para tomar una participación del 40% en tres plantas industriales en España por un importe fijo de 300 millones de dólares (unos 276,5 millones de euros) y que puede elevarse en otros 40 millones de dólares más (unos 37 millones de euros) si se cumplen determinadas condiciones.
La compañía prosigue asi con su impulso a los combustibles renovables en plena colisión con Iberdrola, que ha presentado una demanda contra Repsol por competencia desleal y la acusa de greenwashing , bajo la atenta mirada de la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.