La incertidumbre anima el paso de miles de migrantes por llegar a EEUU antes de las elecciones
Además de su condición de país de tránsito, México ha adquirido la de acogida, con los importantes desafíos que eso conlleva
El año 2023 ha acabado con cifras de récord en lo que respecta a los intentos por cruzar territorio mexicano rumbo a Estados Unidos, con más de medio millón de migrantes detenidos, según datos oficiales que podrían repetirse este año debido a la incertidumbre de un 2024 con elecciones a ambos lados de la frontera.
Las autoridades fronterizas de Estados Unidos detuvieron solo en diciembre a casi la mitad de este medio millón de personas. Este renovado impulso por lograr pasar a Estados Unidos también ha traído consigo un aumento de la violencia contra quienes transitan por estas rutas, así como del número de muertes.
Si bien estas cifran han bajado desde enero de 2024 tras el pico alcanzado en diciembre del año anterior, de acuerdo con las estadísticas de estos últimos años, para los próximos meses se espera un nuevo aumento con motivo de la primavera.
En febrero, se han registrado unas 140.000 detenciones a lo largo y ancho de alguno de los 3.000 kilómetros que separan a México y Estados Unidos, frente a las 124.000 de enero y las 14.0000 durante la primera semana de marzo, según fuentes del Gobierno estadounidense.
La particularidad de este año radica en que además de los factores habituales, presentes en los registros anteriores, la celebración de elecciones tanto en Estados Unidos como en México puede acelerar el número de intentos por cruzar al norte, según ha previsto la ONG Save the Children.
«Este año es un año muy particular. Va a haber elecciones en México y en Estados Unidos. Nuestra experiencia de trabajo nos dice que puede haber un incremento de migrantes que quieren llegar a Estados Unidos antes de las elecciones», ha contado Ivonne Piedras, directora de comunicación de Save the Children, a Europa Press.
Piedras ha puesto de relieve que las decisiones políticas que pueden producirse en ambas administraciones después del día de sus respectivas elecciones también pueden servir de acicate a la población migrante para llegar cuanto antes al norte.
«Hay un temor constante precisamente a todos los cambios políticos», ha dicho Piedras, alertando de que la «desinformación» sobre las medidas que puedan adoptar los gobiernos y que se esparce entre los migrantes «está obligando a muchos a avanzar cada vez más para llegar a Estados Unidos» con el «caos» que eso pueda ocasionar.
En ese sentido, ha subrayado que «independientemente de quién llegue a la presidencia en ambos países» la «principal preocupación» es mantener y trabajar por aquellas políticas migratorias que sí protejan de manera efectiva.
Hace unos días, en la víspera del supermartes , la principal cita en el calendario electoral estadounidense antes de la carrera definitiva a la Casa Blanca, Joe Biden y Donald Trump, acudieron a la frontera donde, entre reproches, se erigió cada uno de ellos en el único capaz de abordar uno de los temas que más polariza la política del país y arma arrojadiza en estas presidenciales.
Piedras ha alertado de la necesidad de que los propios gobiernos mexicano y estadounidense trabajen con las autoridades de los países de origen de estas personas en políticas de prevención y protección, ya que en el momento de expulsión son devueltas a los lugares de los que huyeron, exponiéndoles a nuevos peligros.
«México es la ruta terrestre más peligrosa que hay hoy en día para las personas que buscan refugio o que se desplazan hacia Estados Unidos», ha apuntado Piedras citando a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
«En México se enfrentan a abusos, secuestros, asaltos por parte del crimen organizado… No tener un sistema de protección, no mejorar, o no respetar estas políticas, está provocando la exposición de niñas, niños y adolescentes a muchísimos más riesgos», ha denunciado Piedras.
MÉXICO, PAÍS DE DESTINO
Debido al aumento de la vigilancia y las políticas represivas en la frontera con Estados Unidos, son cada vez más los grupos de migrantes que, después de permanecer varados durante largo tiempo en territorio mexicano, acaban optando por quedarse, lo que ha provocado un nuevo fenómeno para el que México no estaba preparado.
México ha sido un país tradicionalmente considerado de tránsito e incluso que «expulsa migrantes», dice Piedras, pero que con el paso del tiempo se está convirtiéndo cada vez más en un lugar de destino. «Las personas se empiezan a quedar y eso trae también otros cambios en las dinámicas sociales», ha señalado.
«México es un país muy grande, entonces depende el lugar en el que estés (…) hay lugares donde hay mucha resistencia, (…) pero también hay otros donde ha funcionado bastante bien y han logrado integrarse muy bien inclusive a la propia vida económica», ha destacado la responsable de comunicación de Save The Children.
Sin embargo, ha señalado que los retos a los que se enfrenta no solo la sociedad mexicana, sino las propias instituciones, siguen siendo muy grandes. «Muchas veces también faltan herramientas y conocimientos sobre el trato y las funciones que tienen que tener con respecto a las personas migrantes», ha dicho.
Después de las cifras récord de detenciones del año pasado, Save The Children ha registrado un aumento del 200 por ciento de la cantidad de personas que piden refugio en México, cuya Comisión Nacional de Refugiados se ha visto desbordada recientemente ante el gran número de solicitudes.
En los últimos cinco años se ha registrado un cambio del tipo de población migrante que intenta cruzar al norte y eso podría explicar que cada vez más personas –procedentes de lugares tan dispares como Haití, India, Ucrania, Venezuela y diferentes países africanos– elijan México como lugar de destino.
Anteriormente, cuenta Piedras, era frecuente que miles de jóvenes y niños –procedentes principalmente de Centroamérica– intentaran cruzar solos la frontera para reencontrarse con sus padres o alguno de sus familiares al otro lado.
«Hoy la dinámica ha cambiado (…) la gran mayoría ya no está buscando reunirse con sus familiares en Estados Unidos», sino salir de la «insostenible» situación que sufren en sus países de origen y proteger a sus hijos, cuenta Piedras, del crimen organizado que busca reclutarles.
DERECHOS Y LIBERTADES DE LOS MÁS JÓVENES
De acuerdo con las cifras que maneja Save The Children, entre 2022 y 2023 al menos 194.000 niños han sido detenidos cuando intentaban cruzar hacia Estados Unidos, si bien no descarta que el dato sea incluso mayor.
«La migración es un derecho», ha subrayado Piedras, quien ha recalcado que las autoridades fronterizas tienen la obligación de velar por las libertades y la seguridad de todas aquellas familias que se embarcan destino a otro país para mejor sus condiciones de vida, en especial las de los más pequeños.
«Se trata de un flujo que va a estar ahí constantemente. En la medida en que los gobiernos puedan comprender eso, tendrán medidas de atención mucho menos represivas contra los Derechos Humanos como ha sucedido en algunas ocasiones», ha dicho.