Desnutrición, pobreza menstrual y cuidados: la ofensiva de Israel contra Gaza se ceba con las mujeres
Cerca de 9.000 han muerto desde el inicio de la guerra, 63 al día de media, según ONU Mujeres
Las madres se enfrentan a una batalla diaria para conseguir alimentos y mantener seguros a sus hijos
A medida que la ofensiva israelí contra la Franja de Gaza avanza, las mujeres gazatíes continúan sufriendo el devastador impacto de una guerra que las expone a un nivel de violencia sin precedentes en un contexto de hambruna inminente y ausencia de servicios sanitarios.
Se estima que hasta la fecha unas 9.000 mujeres han muerto en el marco de los ataques del Ejército de Israel, que tras cinco meses no han hecho sino recrudecer la crisis humanitaria en el enclave palestino, según datos de ONU Mujeres, que apunta a que la guerra en Gaza es también una «guerra contra la mujer».
La situación, que se ceba especialmente con mujeres y niños y alcanza cotas desproporcionadas, expone a miles de mujeres a riesgos mortales, víctimas del desplazamiento forzoso, la pobreza menstrual y la maternidad precaria. A pesar de que unas 63 mujeres mueren al día de media en Gaza, siguen responsabilizándose de los cuidados familiares en un contexto bélico cargado de incertidumbre.
Este es el caso de Hend Abu Lamzy, técnica de Recursos Humanos de la organización Oxfam Intermón, que se ha visto obligada a desplazarse en varias ocasiones. «Cuidamos a mi padre mayor, quien enfermó y sufrió una depresión severa por el desplazamiento y por estar lejos de su amada casa, a la que tenía mucho apego. No pudimos encontrarle un hospital para que recibiera el tratamiento médico adecuado porque el sistema médico casi colapsó», ha señalado antes de afirmar que la prioridad son los heridos de guerra.
«Perdí a mi padre hace un par de semanas. No puedo evitar pensar en el momento en que logremos regresar a nuestra casa, cuando abramos la puerta sin que mi padre esté con nosotros, y en cómo volveremos a llamarla hogar», ha aseverado con motivo del Día Internacional de la Mujer.
La falta de ayuda humanitaria y los ataques a los centros de atención sanitaria han interrumpido por completo el acceso a la atención materna, exponiendo tanto a las madres como a sus hijos a riesgos graves e incluso mortales. ONU Mujeres ha alertado de que las familias quedan «devastadas» a medida que mueren más madres.
La coordinadora de Seguridad Alimentaria, Efectivo y Protección de la ONG, Fidaa al Araj, ha dicho temer «por sus hijos a cada momento del día y la noche». «La mayor parte de la noche no puedo dormir imaginando qué pasa si son los siguientes en sufrir el ataque, si pierdo a uno de ellos o ellos me pierden a mí», ha afirmado Al Araj, que tuvo que huir de su hogar en la ciudad de Gaza y se ha desplazado en al menos cuatro ocasiones.
En este sentido, ha descrito su estado como «un miedo constante que no puede superar». «No puedo sentirme segura ni un minuto. Me despierto cada mañana y no sé a quién voy a perder. Es muy agotador intentar sobrellevar la situación, encontrar la motivación para levantarse y continuar con la vida. Colgamos de un hilo de esperanza», ha sostenido.
EL PROBLEMA DE LA COMIDA
Una media de cuatro de cada cinco mujeres –un 84 por ciento– ha lamentado que su familia come la mitad o menos de la comida que solía ingerir antes de que comenzara la guerra entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás). Datos de la ONU indican que en el 95 por ciento de estos casos son las mujeres las que renuncian a comer para poder alimentar a sus hijos.
El acceso a los alimentos se ha visto especialmente obstaculizado para las mujeres gazatíes, de las cuales cerca del 87 por ciento consideran que los hombres cuentan con más facilidades. Las agencias humanitarias han advertido en varias ocasiones que la situación alimentaria en la zona es alarmante debido a la «hambruna extrema».
«La situación en Gaza es catastrófica. Las mujeres, niñas y niños siempre pagan el precio más alto de cada conflicto. Como madre que cuido a mi hijo, encuentro formas de afrontar la situación. Paso todo el día tratando de encontrar cosas para mi hijo, como leche y comida. En el Día Internacional de la Mujer, mi deseo es que las mujeres palestinas en Gaza tengan una vida pacífica, agua potable, servicios médicos y alimentos suficientes para sus hijos y sus familias», ha declarado Jloud Jwefil, técnica de apoyo al Programa de Justicia Económica de Oxfam Intermón.
Haya Abdelhadi, también técnica de la ONG, ha sostenido que «ningún lugar es seguro en Gaza», donde «conseguir comida se ha convertido en una lucha importante». «Mi hermano lleva un mes enfermo debido a la mala calidad del agua», ha aseverado antes de lamentar que no ha logrado conseguir medicamentos para sus padres, que padecen enfermedades crónicas.
«Desde las primeras etapas de esta guerra, las mujeres, los niños y las niñas han sido los más afectados. En medio de todos los obstáculos actuales, no tenemos otra posibilidad que hacer lo posible para sobrevivir a esta guerra mortal. No lo hacemos por nosotras mismas sino para seguir adelante por nuestros seres queridos», ha aclarado.
Las madres gazatíes se enfrentan a una batalla diaria para conseguir alimentos y mantener seguros a sus hijos e hijas. Otras cuidan a familiares ancianos o enfermos aunque no queden medicamentos y las instalaciones sanitarias hayan sido destruidas. Las mujeres embarazadas tienen que dar a luz entre los escombros, sin anestesia ni apoyo, tal y como denuncia la ONG.
Muchas de estas mujeres, que han tildado su situación de «inimaginable», han recalcado que la vida en Gaza es «una lucha constante». Para ellas, el Día Internacional de la Mujer «no tiene sentido» en plena guerra. «Muchas mujeres en Gaza han perdido la vida. Muchas han perdido a sus hijos, a sus padres, a sus maridos, a sus hermanos. Muchas han perdido sus hogares, sus recuerdos, sus ingresos», ha puntualizado la responsable de comunicación de la organización, Ghada al Haddad.
VIOLENCIA SEXUAL
El 70 por ciento de las personas fallecidas en Gaza desde que tuvieron lugar los ataques perpetrados por Hamás en suelo israelí han sido mujeres y menores de edad, según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA). Aproximadamente un millón de los 1,9 millones de personas desplazadas son mujeres y niñas, tal y como indica ONU Mujeres.
El riesgo de sufrir violencia sexual en el marco de conflictos armados es muy alto, especialmente en un contexto en que muchas mujeres se ven obligadas a separarse de sus familiares y redes de apoyo. Además, las mujeres corren un mayor riesgo de no ser atendidas al sufrir enfermedades o ponerse de parto.
«Cuando hay un conflicto, una guerra o una invasión, más que nunca se deben activar medidas que protejan a las mujeres contra la violencia de género y la violencia sexual, que aumenta en este tipo de situaciones por muchas razones: la ausencia del Estado, la desconfianza en las autoridades ocupantes o el estigma que conlleva revelar experiencias de violencia sexual», ha manifestado la responsable del trabajo sobre mujeres de Amnistía Internacional, Beatriz Martos, que ha alertado de la vulneración de sus derechos sexuales y reproductivos.
En este sentido, ha sostenido que deben tomarse medidas que «garanticen el acceso a servicios de salud durante sus embarazos y partos». «Se les deben facilitar recursos y medios para la subsistencia, tanto para ellas como para sus hijos», ha reclamado antes de a instar a impulsar «medidas específicas de protección para las mujeres desplazadas y refugiadas».
No obstante y a pesar de las medidas extraordinarias puestas en marcha por la ONU, menos de un 1 por ciento de los fondos recabados ha ido dirigido a las organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres a pesar de que canalizar estas ayudas es «crucial» para hacer frente a las necesidades de miles de mujeres, familias y comunidades.