La industria europea de Defensa pide a Bruselas ser un área prioritaria de inversión tras la guerra con Rusia
La ASD considera que los próximos cinco años son «cruciales» para afianzar la seguridad y soberanía europeas
La Asociación de Industrias Aeroespaciales, de Seguridad y Defensa de Europa (ASD, por sus siglas en inglés), la organización marco europea que representa a las asociaciones nacionales del sector, ha emitido una serie de recomendaciones a las instituciones europeas de cara al ciclo político que se inaugurará tras las elecciones de junio, y reclaman convertirse en un área prioritaria y lograr financiación estable, en un escenario dominado por la guerra de Ucrania.
El consorcio cree que Europa se encuentra en un «momento crítico» enfrentándose a los retos que plantean la transición verde y la digital con un escenario de seguridad «dramáticamente deteriorado». A la invasión rusa de Ucrania se suma el recrudecimiento del conflicto entre Israel y Hamás, que corre el riesgo de extenderse a toda la región.
En un documento, recogido por Europa Press, ASD pide al Parlamento Europeo que resulte de los comicios y a la futura Comisión Europea que dediquen esfuerzos a coordinar a todos los países del bloque para adoptar políticas que promuevan un entorno empresarial competitivo en el área de la defensa, con la vista puesta en aprovechar todo el potencial de estas industrias para salvaguardar a los ciudadanos europeos de «amenazas externas e internas».
Así, ASD, que cuenta entre sus miembros con la Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (TEDAE), aconseja dar el rango de «máxima prioridad» al fortalecimiento de la industria de la defensa a nivel europeo. Para ello, según defienden, la financiación es clave, por lo que piden un «ambicioso» programa que dé cobertura al sector.
El consorcio defiende la necesidad de que la industria de defensa europea sea capaz de proporcionar el equipamiento necesario a las distintas fuerzas armadas «en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia». Subrayan que un programa de financiación bien nutrido permite satisfacer las necesidades actuales y mantener un nivel adecuado que posibilite aumentar rápidamente la producción de diverso material, si fuera necesario.
En esta línea, ASD también reclama que la Unión Europea aumente de forma sustancial el montante del Fondo Europeo de Defensa (EDF, por sus siglas en inglés). Alega que las decisiones que han de tomarse a corto plazo no deben minar los objetivos a largo plazo. Ven necesarias inversiones «robustas» en investigación sobre este ámbito para fortalecer la soberanía europea y asegurar una superioridad operativa contra potenciales adversarios.
INVERSIÓN PÚBLICA Y PRIVADA Y SOBERANÍA TECNOLÓGICA
Sobre la financiación, la asociación también reclama que las empresas puedan acceder tanto a inversión pública como privada. Piden así a la UE regular este acceso para facilitarlo y que ciertas consideraciones y criterios, que no especifican, no discriminen a las empresas del ramo.
Entre otros aspectos, ASD también habla del fortalecimiento de la soberanía tecnológica y consideran que Europa tiene que reducir su «dependencia» en áreas estratégicas, mencionando específicamente la protección de infraestructuras críticas y la cibernética. Reclama, así, inversiones específicas en ciertas tecnologías.
Asimismo, ASD considera que el espacio es un sector «clave» para garantizar la libertad de acción y un proceso de toma de decisiones autónomo dentro del bloque y aboga por una industria de la aviación «más verde y competitiva».
«Los próximos cinco años son cruciales para afianzar la seguridad y la soberanía europeas, pero también para dominar las transiciones digital y verde», indica el secretario general de ASD, Jan Pie, en un comunicado, donde valora que las recomendaciones del consorcio muestran de forma clara cómo las políticas europeas pueden apoyar a la industria de defensa para que cumpla su rol «clave» para asegurar una Europa fuerte, segura y sostenible. En esta línea, ASD se declara comprometida para colaborar estrechamente con las instituciones europeas para lograr este objetivo.