El Congreso movió en tres ocasiones el escaño de Ábalos hasta acabar en el gallinero , ya sin nadie al lado
El escaño asignado al exministro José Luis Ábalos en el hemiciclo del Congreso ha tardado varios días en definirse por reticencias de algunos grupos parlamentarios colindantes y al final el periplo ha acabado donde empezó, en el gallinero del Salón de Plenos, pero ahora ya sin nadie al lado.
El exministro, que fue conminado a dimitir por su propio partido tras la detención de su exasesor Koldo García en una supuesta trama de comisiones en pandemia, no ha pisado el Salón de Plenos esta semana, pero su nombre ha figurado en tan sólo cinco días hasta en tres escaños distintos.
Tras el ultimátum del PSOE, el primer paso que dio Ábalos fue dejar su cargo de presidente de la Comisión de Interior del Congreso. Por eso, el mismo lunes el PSOE le sacó de la segunda fila de su bancada, donde están quienes ocupan ese cargo institucional, y lo envió al gallinero .
En concreto, al sector central del hemiciclo para que ocupara uno de los escaños que tiene asignados allí el Grupo Socialista, entre el que aquel día todavía tenía asignado el diputado del BNG, Néstor Rego, y el del diputado de Vox Carlos Hernández Quero.
El salto de Ábalos al Mixto se produjo el martes, pero no fue hasta el miércoles cuando se le reubicó por segunda vez. Descendió dos filas –siempre en el quesito central — y recaló a la derecha del diputado de Podemos Javier Sánchez Serna, en una fila que los morados comparten con parte de Bildu y de Sumar.
REGO BAJA AL LADO DE ERC Y PODEMOS
Según han explicado a Europa Press fuentes parlamentarias, este movimiento llevó al Grupo Mixto a solicitar una reasignación de escaños y finalmente ha sido Rego el que ha acabado saliendo del gallinero al descender dos filas. Ahora está junto a Podemos, a los que tiene su izquierda, mientras que a la derecha tiene a tres representantes de ERC.
Y finalmente el ahora diputado del Grupo Mixto José Luis Ábalos se sentará en la penúltima fila del Congreso, en el gallinero , en ese escaño liberado por Rego, y ya no tendrá nadie al lado: a su derecha un pasillo y a su izquierda un asiento vacío.
